Redacción, 29-11-2016.- La SEICAP recuerda a padres y tutores la importancia de un diagnóstico correcto de posibles causas alérgicas por parte de un pediatra alergólogo y de tratar de proteger la piel de agresiones externas como el frío, el viento y la sequedad, ya que en esta época del año los cambios bruscos de temperatura y las calefacciones agravan los síntomas de la dermatitis atópica, que sufren entre un 10 y un 20% de niños.
La dermatitis atópica es la enfermedad crónica de la piel más frecuente en niños, caracterizada por sequedad de la piel, lesiones inflamatorias con enrojecimiento de la piel y prurito o picor, que a su vez puede causar inflamación y un agravamiento de las heridas debido al rascado. “Estos síntomas se incrementan y son más notables en los meses de otoño e invierno debido al frío y el uso de la calefacción”, comenta la doctora Mercedes Escarrer, coordinadora del Grupo de Trabajo de Dermatitis Atópica y Alergia Cutánea de la SEICAP. Esta patología se llama así porque aparece más fácilmente en personas atópicas, “que son aquellas con facilidad para desarrollar enfermedades alérgicas de cualquier tipo, aunque puede aparecer en cualquiera”, afirma.
Esta enfermedad también tiene un impacto psicológico, ya que como advierte la Dra. Escarrer «en muchos casos provoca sentimientos de inferioridad y vergüenza, incluso rechazo por parte de los compañeros”. Según un reciente estudio multicéntrico publicado en The Journal of Aesthetic Dermatology concluyó que las niñas con dermatitis atópica se sienten más avergonzadas, molestas y tristes debido a su enfermedad que los niños.