Diario Vasco, 17-03-2016.- El biólogo molecular Felipe Sierra lleva 25 años profundizando en la gerociencia, y ya habla de un fármaco para el envejecimiento. El director de la división de biología del Instituto Nacional sobre Envejecimiento (National Institute on Aging, NIH) estadounidense, es el invitado estrella de la jornada sobre los retos de una sociedad cada vez más longeva organizada por Biodonostia y el Banco Sabadell, al cual el Diario Vasco le ha realizado esta entrevista que recogemos:
Pregunta:¿ Cuántos años cree que va a vivir?
Respuesta: 97.
P: ¿Cómo lo sabe?
R: Mi padre murió a los 70 pero fumó toda la vida, así que lo descartamos. Mi madre murió a los 93 y tuvo una vida más difícil que la mía. Por lo tanto me doy cinco años más, que serían 98, pero como las mujeres viven un poquito más que los hombres, se queda en 97.
P: ¿Son los años que desearía vivir?
R: Si pudiera hacer lo que les hacemos a los ratones, me gustaría vivir 120 años.
P:¿Y qué les hacen?
R: Restricción dietética. Si haces que un ratón coma el 40 por ciento menos de lo que quiere comer para toda su vida, vive un 40 por ciento más y en buen estado de salud.
P: ¿Es aplicable a humanos?
R: Posiblemente no. El estudio original fue hecho en ratas en 1935, funciona en ratones, en peces, en arañas… A alguien se le ocurrió probar en 41 cepas de ratones. Funcionó, y estoy hablando solamente de longevidad y no de salud, que mejora siempre, en un tercio; a otro tercio no les afectó y otro tercio murió antes. Depende de la genética. Como yo no sé la mía, ¿voy a hacer dieta toda mi vida y luego además me voy a morir joven? No. Además de la genética, en humanos está también el aspecto del medio ambiente.
P: La esperanza de vida en el País Vasco es ya de 86,4 años en mujeres y 79,6 años en hombres…
R: ¿86,4? Es una de las más altas del mundo.
P: Sí, pero se estima que a partir de los 72 muchos sufren varias enfermedades. ¿Qué sentido tiene añadir años si no son de calidad?
R: Exacto. También podemos aumentar la longevidad por métodos genéticos: modificamos un gen a un bicho y vive más. Lo hacemos en gusanos, moscas y levaduras. ¿Pero cómo le preguntamos cómo se siente a un gusano? Medimos la longevidad bajo la suposición de que si logramos que el animal viva más es porque le hemos mejorado la salud. Pero no significa que hayamos mejorado todo. Basándonos en los estudios que hemos hecho con genética y restricción calórica, hemos podido identificar los pilares del envejecimiento. Y con eso hemos llegado a la siguiente etapa: hacer lo mismo por medios farmacológicos.
P: ¿Y lo han logrado?
R: Hemos aumentado la vida y la calidad en ratones. En la charla voy a mostrar una imagen en la que se ve a cuatro ratones de 38 meses de edad, el equivalente a un centenario humano. Los dos de abajo son los de control y se les ve eso, centenarios: uno tiene un tumor, pelaje feo, apenas se mueven… Los dos de arriba han sido tratados con rapamicina. Se les ve moviéndose, con un pelaje más bonito, en buen estado de salud. Tenemos muchos estudios en modelos de enfermedades (cardiovascular, alzheimer, diabetes…), los tratamos con rapamicina y les va mejor.
P: ¿Dónde puedo comprar rapamicina?
R: Se usa en clínicas para una situación muy seria, cuando te hacen un trasplante. Ahora no lo podemos usar en humanos, porque tiene efectos secundarios. En ratones hemos determinado al menos tres: que desarrollan mucha catarata, un efecto
prediabético y atrofia testicular. Pero con la excepción de la aspirina, ninguna de las drogas de una farmacia fue el primer ‘hit’: se descubrió que funcionaban en una enfermedad y se desarrolló una droga secundaria con menos efectos secundarios, luego una terciaria… Con la rapamicina puede pasar lo mismo, estamos en la capa primaria.
P: Entonces, ¿vamos a tener un fármaco para el envejecimiento humano?
R: Creo que sí. Estamos viendo la posibilidad de empezar un proyecto en humanos, pero no puedo hablar de eso.
P: ¿Y cuándo lo veríamos?
R: De aquí a unos veinte años. Hay que tener en cuenta varios detalles, y es que por ejemplo tiene que ser un fármaco barato, para que no solo esté al alcance de la gente con dinero. Pero lo más importante es algo que todos sabemos pero no se toma en cuenta en medicina: el envejecimiento es, de lejos, el factor de riesgo más importante para todas las enfermedades. Por lo tanto, si podemos atacarlo, no vamos a atacar solo una enfermedad, sino todas.
P: Pero el envejecimiento no es una dolencia…
R: Se desarrollaron las estatinas, que se usan para el colesterol. Tenemos una droga para un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Y ese factor de riesgo es muchísimo menos importante que el envejecimiento. Por lo tanto, tener un fármaco contra el envejecimiento no es tan descabellado.
P: ¿Vivir para siempre?
R: No se trata de matar a la muerte, sino inactivarla por un tiempo. Vivircon mayor calidad, con menos enfermedades.
P: Entonces, ¿si controlamos el envejecimiento también el cáncer?
R: La gente que trabaja en cáncer suele decir que las células van acumulando mutaciones con el paso del tiempo. Mi respuesta a eso es que el 80 por ciento de los ratones desarrollan cáncer en dos años, que fisiológicamente serían 70 años en un humano. Y
en ese momento sale el cáncer. ¿Por qué? Porque es el organismo envejecido el que permite que se desarrolle. Nosotros tenemos muchas células en el cuerpo, no precancerosas, sino cáncer, pero las tenemos a raya. A medida que vamos envejeciendo el cáncer se hace más fuerte y se pierde ese control.
P: ¿Y las enfermedades cardiovasculares?
R: Suelo mostrar una foto con mi hija, cuando tenía 19 años. Supongamos que soy un pésimo padre y le llevo todos los días, durante cinco años, a comer comida chatarra. ¿Qué le pasará a ella? Su riesgo de enfermedades cardiovasculares va a subir entre 3 y 4 veces. ¿Y a mí? Que me moriré. Estamos en lo mismo: el factor de riesgo más importante no es el colesterol, sino la edad.
P: El envejecimiento es el denominador común, el tronco…
R: Exacto. Todo el mundo quiere estudiar cáncer, cardiovasculares y neurodegeneración, y creo que es mala idea porque a los 75 ó 80 años suelen coincidir distintas enfermedades que a un paciente le bajan la calidad de vida. Si le curas la que le va a matar, el cáncer por ejemplo, lo único que estás haciendo es prolongando el periodo de vida en mal estado de salud, porque no tendrá cáncer, pero puede tener una pérdida cognitiva, huesos débiles, falta de fuerza… ¿Qué calidad de vida es esa? Tenemos que poner más esfuerzos en las enfermedades que te quitan calidad de vida que en las que te matan. Por eso pienso que es más importante atacar el envejecimiento, porque atacas el cáncer y la artritis
P: En su viaje relámpago ha conocido el trabajo que se está realizando en un sitio pequeño como San Sebastián, donde clínicos, investigadores básicos… estudian el envejecimiento, uno de los pilares de Biodonostia. ¿Qué le parece?
R: Me parece una muy buena idea y por eso acepté venir, porque creo que es algo importante. Cuando empecé en esto el envejecimiento era un campo muy mal visto en medicina. En los últimos 50-60 años, a nivel social, los que han llevado la batuta son la generación del ‘baby boom’ de después de la guerra y ahora están, estamos, envejeciendo. El mensaje popular es: tenemos que mantenernos jóvenes. Y creo que debería ser: tenemos que mantenernos sanos y aprovechar que no somos tan jóvenes porque tenemos cosas buenas. El instituto va a tener un peso importante en cambiar la sociedad.