Redacción, 27-05-2016.- Con motivo de la celebración el próximo martes 31 de mayo del Día Mundial Sin Tabaco, el Colegio Oficial de Podólogos de Valencia ha recordado que fumar es un hábito altamente nocivo para la salud de las personas, que también afecta al estado de los pies. Esta acción provoca un endurecimiento de las arterias, lo que hace que disminuya el flujo sanguíneo, que la sangre sea más espesa y, por tanto, que se reduzca la llegada de oxígeno a los tejidos.
Además, como consecuencia de esta mala circulación, es común que el pie tenga dificultad para eliminar infecciones, que éstas tarden más en curarse y su piel esté más deshidratada, lo que lo convierte en un factor de riesgo para la aparición de callos o helomas en las plantas de los pies.
Una de las funciones de las glándulas sudoríparas es eliminar las toxinas de nuestro cuerpo, entre ellas, la nicotina en el caso de los fumadores. Por otro lado, la sangre lleva con fuerza a los pies por el torrente arterial, pero el retorno venoso es más lento y dificultoso, especialmente en el caso de personas que fuman, que tienen poca movilidad o padecen sobrepeso. Esto causa que la sangre con toxinas permanezca más tiempo afectando a las glándulas sudoríparas lo que puede provocar irritación y bloquear los capilares, nervios y tejidos.
Junto a esto, el callo actúa como un tapón que impide la salida normal de la nicotina y otras toxinas, que acaban acumulándose en él produciendo dolor, líquido seroso e inflamación. Es habitual que estos helomas nicotínicos aparezcan en la planta del pie.
Para aliviar su dolor y aplicar un tratamiento adecuado, se recomienda acudir al podólogo para realizar quiropodias y adaptar plantillas que eliminen la presión sobre esta zona. Además, es clave practicar deporte y dejar el hábito de fumar porque en pacientes que lo han hecho ha desaparecido por completo esta lesión.