Redacción, 05-12-2017.-La obesidad se considera la epidemia del siglo XXI, dado que está produciendo un gran impacto sobre la morbimortalidad, la calidad de vida y el gasto sanitario.
El mantenimiento de la actividad física junto a una adecuada dieta, los mejores aliados para prevenir la obesidad o abordar la pérdida de peso.“Cada vez tenemos más a nuestro alcance alimentos de alta carga calórica que consumimos con frecuencia, sobrepasando las necesidades de energía y nutrientes de nuestro organismo”, apunta David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, que añade el sedentarismo y la falta de ejercicio físico cómo tendencias habituales de nuestra sociedad y responsables del aumento de los índices de obesidad entre las personas mayores de 60 años.
Según el doctor, el principal problema asociado a la obesidad es el riesgo cardiovascular, especialmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales. Asimismo, afecta a la acción de la insulina y altera el metabolismo. Además, la obesidad también se relaciona con otras enfermedades como el síndrome de apnea del sueño, el reflujo gastroesofágico, la insuficiencia venosa crónica, la artrosis de articulaciones sometidas a sobrecarga, así como con algunos tipos de cáncer.
Uno de los hábitos saludables para prevenir el sobrepeso es el mantenimiento una actividad física de intensidad moderada unos veinte minutos diarios. “Por ejemplo, pasear a un ritmo elevado, sin llegar a tener fatiga es una buena práctica”, comenta el doctor.Junto a esto, recomienda consumir una dieta rica en verduras y cereales integrales, sin olvidar incluir fruta, aceite de oliva, legumbres, frutos secos crudos, pescado, carne de ave y lácteos desnatados y evitando los azúcares refinados y la grasa saturada.