Redacción, 21-07-2017.- A esta conclusión han llegado en el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) que ha realizado una encuesta entre 2.400 personas. Los resultados de la misma también desprenden que las dos opciones más utilizadas para conciliar el sueño son las infusiones y los preparados de plantas medicinales, por ese orden. INFITO recuerda que las infusiones, debido a la diferente forma de preparación, tienen una cantidad variable de principio activo y podrían no ser tan eficaces como los preparados de plantas medicinales, en forma de cápsulas, comprimidos o jarabes. Algunos de los preparados farmacéuticos de plantas medicinales más usados son los de pasiflora y amapola de California, aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para su uso tradicional como ayuda para conciliar el sueño.
Las altas temperaturas y el mayor número de horas de luz, “contribuyen a que nuestro organismo no tenga las condiciones necesarias para el descanso. Sin embargo, siguiendo unas mínimas medidas de higiene del sueño y ayudándonos de plantas medicinales, como la pasiflora o la amapola de California, podemos pasar un verano sin el temido insomnio”, sugiere el doctor Juan Carlos Ocaña, profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Alcalá, especialista en fitoterapia y colaborador de INFITO. “No tenemos por qué resignarnos ya que la falta de sueño puede provocarnos serios problemas durante el día como somnolencia diurna, falta de atención y concentración o incluso algo peor como los accidentes”, advierte. Lo importante, subraya, “es que las ayudas procedan de lugares seguros como la farmacia y, en caso de que los problemas se agraven, se recurra a un profesional sanitario”.
La encuesta confirma que más de la mitad de la población duerme peor en verano y que el calor es el responsable de ello en la mayor parte de los casos, seguido de la luz. “Si nuestra habitación no tiene las condiciones ambientales adecuadas la temperatura corporal no se adaptará a la noche y, por tanto, nos causará numerosos despertares nocturnos”, explica el doctor Ocaña. Lo correcto es que el dormitorio no supere los 22º y no tenga una humedad superior al 70%. Además, “conviene mantenerlo fresco durante el día con las persianas bajadas y utilizar el aire acondicionado solo las horas previas a acostarse”, indica. También las horas de luz influyen en el organismo con “alteraciones de los ritmos circadianos que contribuyen a retrasar la hora de acostarnos y por tanto reducir el tiempo de descanso”, apunta.
En cuanto a la alimentación, este doctor también advierte de la importancia de tenerla en cuenta para favorecer un sueño reparador. “En verano tendemos a consumir más alcohol y comidas copiosas que deberían evitarse, sobre todo en las últimas horas del día”, comenta. Por último, conviene seguir una correcta hidratación para contrarrestar los efectos del calor.