ABC Sevilla, 29-03-2016.- El bioquímico Fernando Fabiani, escribe en la Tribuna Abierta del periódico ABC de Sevilla el siguiente artículo de opinión sobre el colesterol.
«Recientemente ha aparecido en la prensa una serie de comentarios basados en que el colesterol de las HDL conocido vulgarmente como colesterol bueno, al parecer no es tan bueno. Las opiniones han sido extraídas del articulo Rare variant in scavenger receptor B1 raises HDL colesterol and increases risk of coronary heart disease publicado por Paolo Zanoni y Daniel Rader entre otros en la prestigiosa revista Science en el presente mes de marzo.
La enfermedad coronaria se apoya entre otras cosas en las dos formas de colesterol. Mientras están perfectamente establecidos los efectos del llamado colesterol malo (LDL colesterol), el papel del bueno (HDL colesterol) es misterioso. Se sabe que elevadas concentraciones de HDL colesterol se correlacionan con baja incidencia o riesgo de enfermedad coronaria, a pesar de que los fármacos que aumentan sus niveles no consiguen descender el riesgo.
En los últimos 10 años las partículas de HDL han sido objeto de numerosos estudios. De una forma simplificada, el papel normal de estas partículas es el de conducir el colesterol desde distintas partes del cuerpo hasta el hígado donde será eliminado, gracias a unos receptores que se conocen como Scarb B1 (SR-B1). Pero eso, ni es todo, ni es tan simple. Jay Heinecke, un bioquímico de la Universidad de Washington en Seattle que lleva décadas estudiándolo, dijo que «nada en las HDL es simple», porque se sabe que ratones que tienen alterado el Scarb B1 se caracterizan por tener HDL colesterol muy alto y sin embargo tiene alto riego de arteriosclerosis, que contradice a lo anteriormente expresado.
La polémica ha surgido porque Daniel Rader, un genetista y lipidólogo de la Universidad de Pensylvania, y sus colaboradores empezaron a secuenciar los genes a un total de 852 personas y más de 1.000 controles, que se caracterizaban por tener altos niveles de HDL colesterol. En esta investigación, encontraron a una mujer de 67 años que tenía altos los niveles de HDL colesterol (152 mg/dl cuando el promedio es de 62 mg/dl). Según lo comentado, esta mujer debía tener una gran protección frente a enfermedad coronaria, y sin embargo, sus arterias estaban llenas de placas. En otros estudios realizados a nueve personas, que se caracterizan por tener mutaciones en el receptor Scarb B1, se observa que al igual que ocurre en ratones, tienen abundantes HDL pero fallos en el transporte del colesterol, y su riesgo es similar al de aquellas personas que poseen factores de riego clásicos como la diabetes y la hipertensión. Estos son los hechos, pero vayamos a la realidad.
Hoy no existe ninguna duda de que los niveles elevados de colesterol de las HDL protegen frente a la enfermedad cardiovascular. Estas personas tienen demostrado un menor riego que aquellas que poseen niveles bajos. Las HDL son unas familias de lipoproteínas y como en todas las familias hay distintos comportamientos. Las más conocidas son las HDL2 y HDL3, pero también existen las HDL nacientes, las apo-HDL, las prebeta- HDL, etc. Como bien decía el doctor Heinecke, nada en las HDL es simple, y por lo tanto no generalicemos. En estos momentos se sabe lo descrito en líneas anteriores, pero no olvidemos que los propios autores del artículo dicen textualmente que a día de hoy no tenemos un test para averiguar lo que realmente está ocurriendo. Hay que partir de la base de un estudio en el que se ha encontrado a una sola mujer con el problema y a otras nueve con otro similar. El colesterol de las HDL en mujeres es alto, mejor dicho es más alto que en los hombres, pero el promedio se encuentra entre 60 y 70 mg/dl y es muy raro encontrar valores similares a los de la paciente en cuestión, 152mg/dl, luego no extrapolemos.
Ha costado y está costando grandes esfuerzos concienciar a la población acerca de los hábitos saludables, recomendarles el ejercicio físico de acorde con su edad, la dieta baja en grasas, la prohibición del hábito tabáquico, la moderación en el consumo de alcohol y sal, etc., para infundir ahora temores por un estudio en el que habrá que profundizar y, cuando se hayan realizado todas las investigaciones, tomar las medidas necesarias para mejorar nuestra salud. Pero no nos precipitemos, basta recordar lo ocurrido hace años con nuestro preciado aceite de oliva, que fue denostado para que al cabo del tiempo hubiera que rectificar y colocarlo en el lugar que se merece.
La mejor conclusión a la que podemos llegar la dan los propios autores del artículo. Ellos afirman: «Nos gustaría poder decir a unas personas: su colesterol HDL es alto por el motivo X y eso es bueno; y a otras: su colesterol HDL es alto por el motivo Y, y eso es malo. Pero desgraciadamente aún no estamos en condiciones de hacerlo. Luego entonces lo mejor es dejar las cosas como están por el momento.»