Redacción, 12-08-2017.- El aumento de las actividades acuáticas en la época veraniega incrementa las posibilidades de sufrir una otitis, cuyo síntoma principal es un fuerte dolor en el oído. La otitis del nadador, cuyo diagnóstico médico es la otitis externa difusa, tiene su pico de incidencia en el verano, por influencia del aumento de temperaturas y la mayor afluencia de personas al mar y a las piscinas. La humedad hace que el epitelio interno del conducto auditivo sea más proclive a sufrir una infección que determina la aparición del dolor de oído.
Los especialistas recomiendan algunas precauciones a tener en cuenta y que pueden ayudar a evitar esta otitis del nadador.
Es conveniente para las personas que suelen tener tapones de oídos que realicen la limpieza del conducto auditivo, siempre con la supervisión de un profesional sanitario.
Se deben secar cuidadosamente los oídos tras el baño. Con la toalla el exterior del oído y si se sigue notando humedad en el interior, se puede usar un secador de pelo, con la precaución de no dirigir nunca el chorro de aire caliente directamente al interior del oído.
No usar nunca bastoncillos para secarse el interior del oído, ya que pueden dañar la piel del conducto auditivo y facilitar posibles infecciones.
El uso de tapones para los oídos debe ser bajo recomendación del especialista, ya que su uso inadecuado puede producir más problemas que beneficios.
Si finalmente se sufre de este tipo de otitis, se debe acudir al especialista, especialmente si es un dolor persistente y que aumenta con el paso del tiempo. El especialista determinará el tipo de tratamiento a recibir en función de la evolución de la otitis.