La voz de Almería, 11-01-2016.- Con la llegada del nuevo año llegan también los buenos propósitos y serán muchos los almerienses que se propongan dejar de fumar. Bien por salud, bien por dinero, dejar el tabaco siempre es una de los proposiciones que encabeza la lista en estas fechas. Y es que durante el año 2015, y sin contabilizar el mes de diciembre, se han vendido en la provincia un total de 36.011.028 cajetillas de tabaco, lo que se traduce en unos 161.084.918 euros gastados en este vicio poco saludable. Todos aquellos que se lo estén planteando y se hayan animado a dar el paso, deben conocer la ayuda que el Distrito de Salud Almería pone a su disposición en esta lucha contra el tabaquismo. Para acceder a cualquiera de las terapias que se desarrollan a continuación, los interesados deben acudir a su médico de atención primaria.
Durante el año 2015, un total de 2.326 personas han recibido intervención avanzada individual y 221 han participado en intervenciones grupales para abandonar el tabaco en la capital. Gracias a la ayuda de el Distrito de Salud Almería, alrededor de unas 700 personas han conseguido ganar en su lucha contra este vicio durante 2015.
Para ello, se ponen a disposición del usuario distintos tipos de intervención en tabaquismo: puede ser básica o avanzada. Dentro de la intervención básica hay que destacar la labor del Consejo Sanitario, una herramienta ha demostrado su efectividad a la hora de ayudar al paciente a dejar de fumar y que consiste en proporcionarle educación sanitaria y concienciarlo de la necesidad de abandonar el tabaco. Para ello, se le explican los distintos y graves problemas de salud que provoca, se le ofrece ayuda psicológica y también farmacológica si es preciso. «Más del 70 por ciento de los fumadores que manifiestan su deseo o intención de dejar el tabaco citan el Consejo Sanitario como una de las intervenciones más motivadoras para ello», cuenta Isabel Craviotto, técnico de promoción de salud del Distrito Almería. Se trata de la intervención terapéutica más coste-efectiva y está recomendado para la mayoría de las personas fumadoras. «Especialmente se recomienda a aquellos usuarios que se encuentren en fase de Precontemplación, es decir, que no se han planteado dejar de fumar al menos en los próximos seis meses, y en fase de Contemplación, es decir, que se plantean dejar el tabaco en los próximos seis meses pero no están aún decididos a dar el paso definitivo», detalla Isabel. El Consejo Sanitario es la mejor manera de motivar a este tipo de pacientes a cambiar, bien en actitud o en conducta.
En cuanto a la intervención avanzada, puede realizarse de manera individual o grupal. «La intervención individual consiste en varias sesiones de habitualmente más de 10 minutos con el paciente. Además, se aconseja realizar una visita de seguimiento poco después de la fecha escogida para dejar de fumar, otra cuando pase un mes, y después en función de lo que se considere oportuno: a los tres, seis o 12 meses», explica la técnico. Es decir, consiste en una atención individualizada y sistemática del médico al paciente, con varias sesiones de apoyo y seguimiento para controlar esa lucha contra el tabaco.
Pero la batalla también puede ser grupal. En este sentido, se realizan programas de seis a ocho sesiones con unos 15 o 20 usuarios como máximo. «Este tipo de sesiones incluyen estrategias cognitivo-conductuales y en ocasiones se combinan con tratamientos farmacológicos», cuenta Isabel. «Este tratamiento se recomienda para aquellas personas fumadoras que se plantean dejarlo en el curso de un mes y para los que llevan entre un día y seis meses sin fumar», explica la técnico. Durante las sesiones se trabajan tres fases con los pacientes: en primer lugar, la preparación y motivación para dar el paso y cortar con este nocivo hábito. En segundo lugar, llega el turno del abandono del tabaco, quizá el paso más duro. Y por último, el mantenimiento y la prevención de recaídas.