Redacción, 30-10-2014.- El doctor José Antonio López, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), asegura que “entender cuerpo y mente como departamentos estancos dentro del cuerpo humano es un error. El organismo es una unidad, es una unidad física que se mueve en un mundo físico y se rige por las leyes físicas”. En este sentido, indica que “esta unidad ha de sobrevivir en su medio, y para ello ha de defenderse de las agresiones tanto físicas, víricas, como anímicas y cuenta para ello con un sistema inmunológico y psicológico que están absolutamente unidos”. El incremento de las citoquinas inflamatorias, un descenso en las defensas del sistema inmune o que estas se revelen contra el propio organismo son algunos de los factores físicos que han de vigilarse, más si van acompañados de algún episodio psíquico.
“Los problemas psíquicos en forma de depresión, ansiedad o estrés continuado pueden ser la puerta de entrada, el caldo de cultivo, la vía de entrada para enfermedades físicas que aparecen durante o posteriormente al trastorno”, explica este experto. “El verdadero defensor del ser humano es el sistema psiconeuroinmunológico, es decir, la relación entre la psicología, el cerebro y el sistema inmunológico”.
En este punto, podemos destacar que en el 25% de las cardiopatías, los afectados han pasado por un trastorno psíquico de manera previa o durante el trascurso de la enfermedad. “En este sentido, podemos destacar que, por ejemplo, después de un infarto, entre un 25% y un 30% de los pacientes presenta depresión y de que ésta se trate o no depende mucho la mortalidad en el próximo año- matiza el doctor López Rodríguez-. Así, el riesgo de mortalidad aumenta cuando existe un infarto y una depresión y esta última no está tratada”.