Redacción, 22-04-2017.- La Enfermedad Venosa Crónica se encuentra entre las patologías con mayor prevalencia, llegando a afectar hasta a un 25% de los adultos y se puede presentar de formas muy variadas. Puede mostrar síntomas no asociados a hallazgos clínicos, presentar alteraciones detectables como las arañas vasculares (telangiectasias) hasta las típicas varices.
La cercanía del verano y el aumento de las temperaturas generan un incremento de los síntomas de la insuficiencia venosa. Según explica el doctor Fidel Fernández, Presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, “el organismo dispone de un sistema para facilitar el retorno de la sangre hacia el corazón gracias a unas fascias musculares y a las válvulas venosas, a través del movimiento de los músculos. Sin embargo el calor favorece una vasodilatación que provoca un aumento de calibre en las venas, incrementando las molestias de las varices y dificultando el retorno venoso”.
Hay una serie de acciones que podemos tomar para mejorar la circulación venosa y que además nos pueden permitir mantener nuestras piernas activas y ayudar a combatir las molestias y síntomas de la insuficiencia venosa.
Por ejemplo, estos tres ejercicios que se pueden realizar en cualquier momento, son eficaces para mejorar la circulación venosa. Pueden ser realizarlos en casa o incluso en el lugar de trabajo.
De pie:
Con la espalda recta, ponte de puntillas y baja lentamente. Repite varias veces.
Camina unos minutos sobre los talones.
Camina unos minutos sobre las puntas de los pies.
Sentado/a:
Separa y junta las puntas de los pies.
Balancea los pies suavemente de los dedos a los talones.
Eleva los talones apoyándote en la punta de los pies (20 repeticiones).
Masajéate desde el pie hasta la rodilla, a poder ser con agua fría.
Tumbado/a:
Pedalea boca arriba en el aire, mueve las piernas cuidando de no separar del suelo la zona lumbar.
Partiendo de una posición con ambas piernas estiradas en el suelo, lleva una de ellas a tu pecho sosteniéndola con las manos, manteniendo la rodilla flexionada. Aguanta 30 segundos con cada pierna.
Con las piernas levantadas y estiradas, flexiona y extiende alternativamente los dedos de los pies. Repite 20 veces.