Redacción, 01-09-2017.-En los últimos tiempos cada vez son más las personas que practican running y la única manera de afrontar este reto con garantías y sin riesgos es someterse a un chequeo médico deportivo previo.
Para analizar los riesgos cardiovasculares del corredor, la situación de su sistema locomotor y muestra una detallada evaluación sobre sí se está preparado para correr con regularidad y seguridad existen centros médicos con este servicio. “Sí no se hacen unas pruebas mínimas, pueden aparecer problemas ocultos de tipo cardiaco, metabólico o endocrino”, señala el Dr. Miguel Santiago, especialista en Medicina Deportiva del Policlínico HM Matogrande de A Coruña.
Para saber si se está en condiciones de correr con regularidad o no, la única manera es someterse a una evaluación médica. A veces, los problemas que se detectan se pueden arreglar, pero otras es mejor cambiar el tipo de actividad, por la seguridad del deportista. Lo recomendable es empezar con una intensidad baja e ir incrementándola poco a poco. Eso sí, manteniendo una regularidad. “También es bueno alternar la carrera con un trabajo de tonificación, necesario para preparar los músculos, y, si es posible, buscar el consejo de un profesional que te ayude a planificar el entrenamiento, establecer los ritmos de carrera…”, destaca el Dr. Santiago.
El Dr. Santiago insiste en que correr aporta muchos beneficios para la salud: “Por un lado, en los planos cardiovascular, respiratorio y muscular, estar activo permite que el organismo funcione mejor. Además, mejora la autoestima, las relaciones sociales y facilita la integración en un grupo”. Pero no hay que perder de vista que también tiene aparejada una serie de riesgos como los vinculados al sistema locomotor. “Es un hecho que correr favorece el riesgo de lesiones. El corredor asume que unos días le dolerá la rodilla y otros el tobillo. Pero lo importante es minimizar al máximo esos riesgos”, explica el Dr. Santiago. Por ejemplo, después de un período de sedentarismo prolongado, es mejor empezar poco a poco, con unos objetivos mínimos, hasta que el organismo se vaya habituando de nuevo al ejercicio.
También hay riesgos cardiorrespiratorios. Aunque no son muchos, sí existen casos de muerte súbita en el transcurso de una carrera. En algunos países como Estados Unidos recomiendan hacer una prueba de esfuerzo a toda persona mayor de 35 años que quiera empezar a hacer un deporte. Además, es muy importante valorar el momento en el que se sale a correr, escoger una indumentaria y equipación adecuadas o incluso modificar la planificación de la actividad si las condiciones ambientales así lo requieren, como por ejemplo los días de alerta amarilla o roja por el intenso calor.