El Sistema Público de Salud de Galicia ha ido ampliándose e incorporando cambios en su estructura y organización para adaptarse a las necesidades de la ciudadanía. En estos momentos cuenta con siete Estructuras de Gestión Integrada, catorce hospitales, casi quinientos centros de salud, noventa puntos de atención continuada y treinta y seis mil profesionales sanitarios. De la mano del Presidente Núñez-Feijóo y de la Consejera de Sanidad, Rocío Mosquera, sin olvidarnos del trabajo previo que realizó en la Región la ahora Secretaria General de Sanidad, Pilar Farjas, Galicia ha iniciado un proceso de transformación del sistema con los objetivos de situar al paciente en su centro y avanzar en la continuidad asistencial, además de hacer el sistema más sostenible y eficiente.
Por eso apuestan por la gestión por procesos, la gestión integrada y la gestión clínica. “El paciente no entiende de que lo atendamos en primaria o en el hospital, lo que quiere es que lo atendamos lo mejor posible sin tener que repetir pruebas. Tenemos que diseñar la gestión para cada proceso, para esa patología que tiene el paciente, y prestarle atención en el nivel en el que mejor podamos resolver su problema”, matiza Mosquera.
En Galicia hay cerca de tres millones de habitantes, con un porcentaje de personas mayores de 65 años de 22,5 por ciento, lo que supone situarse cinco puntos por encima de la media en España. Además, la previsión sitúa esta cifra en el 25 por ciento en 2020. “Esto nos obliga a un cambio en el sistema sanitario, porque tenemos que prepararlo para atender a este segmento de la población”, explica la consejera gallega. El elevado envejecimiento de la población gallega, junto con la gran dispersión de la población, requiere de una amplia red asistencial y un importante número de recursos estructurales para prestar servicios sanitarios de calidad. Algo, señala, que es realmente caro porque se trata de pacientes normalmente con más de una patología y con mucha medicación. “Queremos atenderlos muy bien y lo más cerca posible de su domicilio o en su propio domicilio, potenciar sus autocuidados y asistir a los cuidadores. Y todo esto tenemos que hacerlo en un momento económicamente muy complicado”, destaca.
La CC.AA. que preside Feijóo comparte la estrategia de la “Asociación Europea de la Innovación sobre Envejecimiento Activo y Saludable” y quiere ser Región de referencia en este ámbito. Por eso, ya han presentado su candidatura y para recibir la distinción cuentan con dos ejemplos de buenas prácticas como son los planes innovadores “Hospital 2050” e “Innova-saúde”, y un instrumento fundamental, la Historia Clínica Electrónica (IANUS).
Los planes “Hospital 2050” e “Innova-saúde”, con nueve y catorce proyectos innovadores estratégicos respectivamente, consisten en el desarrollo de nuevos productos y servicios para la mejora de la calidad y sostenibilidad del sistema sanitario que contribuyen a dinamizar la actividad empresarial, utilizando modelos de compra pública innovadora, en lo que Galicia es pionera.
Por su parte, IANUS permite que todos los profesionales del Sistema Sanitario Público tengan acceso a la información clínica de los pacientes en cualquier punto de la red asistencial y en el momento que lo precisen. Se trata de una historia clínica única y compartida, que facilita la continuidad asistencial, reduciendo la duplicidad de pruebas y la variabilidad asistencial. Según la consejera, “para el cambio es fundamental utilizar las herramientas TIC” y la mejor para integrar y dar paso a la gestión por procesos es IANUS. “En este momento ya tenemos un sistema de historia clínica electrónica cuya implantación es del cien por cien en todos los centros asistenciales del SERGAS. Además, en Galicia la receta electrónica ya permite el 97 por ciento de la prescripción. Esto supone un salto cualitativo y cuantitativo muy importante para profesionales y pacientes”.
A través de IANUS se garantiza la prescripción y la dispensación electrónica de toda la medicación, siendo un importante beneficio para la población y fundamentalmente para la población mayor. Además, permite disponer de información sobre el consumo de recursos farmacoterapéuticos, la adherencia a tratamientos, las interacciones medicamentosas y gracias a la información que recoge es posible estratificar a la población para mejorar la organización de la asistencia sanitaria y orientarla al tratamiento de los pacientes crónicos. Por otra parte, también permite la gestión eficiente del programa de atención a pacientes polimedicados y da soporte a la atención farmacoterapéutica prestada desde los servicios de farmacia hospitalaria a más de ocho mil pacientes de residencias de mayores. Seguro.