Redacción, 23-07-2017.- El doctor Diego González Rivas, del hospital de A Coruña, es el miembro más joven de la Asociación Americana de Cirugía Torácica. Opera en todo el mundo y ha desarrollado una técnica que revoluciona la cirugía torácica, operando con una sola incisión. Su técnica se estudia en las universidades y se ha implantado en todo el mundo. En siguiente entrevista concedida a El País, desvela diferentes aspectos de su vida profesional.
Pregunta.- ¿Por qué cirugía torácica?
Es curioso: mi primera opción fue cirugía plástica. Pero un par de días antes de elegir el MIR empecé a pensar en cirugía torácica o cardíaca. El día concreto aún seguía confuso. La torácica era como la gran desconocida; había gente que no sabía ni lo que se operaba.
Pregunta.- La aprendió, y en unos años la revolucionó.
Yo veía que los posoperatorios eran muy duros; muchas veces los pacientes se retorcían de dolor. Hay que separar las costillas entre quince y veinte centímetros, y hay que trabajar manualmente tocando el pulmón.
Pregunta.- ¿Qué ocurrió?
En 2006 supe de la cirugía videoasistida. Me parecía ciencia ficción. En España había un grupo de Sevilla que hacía algo de video, en Europa muy poco. Fui a Estados Unidos y aprendí la técnica; vi que así se podían operar los tumores del torax y el posoperatorio era buenísimo: en dos o tres días el paciente se iba para casa casi sin dolor.
Pregunta.- Pero no se conforma.
Al año siguiente regresé a Estados Unidos, al Memorial de Nueva York. Conocí de casualidad a una médico residente del Duke Medical Center de Carolina del Norte. Le conté que hacía vídeo, que estaba entusiasmado y ella me respondió que usaba esa técnica también, pero con dos incisiones. ¡Dos incisiones! Se hacen tres como mínimo para entrar y operar un tumor, no conocía a nadie en el mundo que hiciese sólo dos. Ella era del grupo de Thomas D’Amico.
Pregunta.- ¿Qué hizo?
Contacté con él por mail para hacer una rotación allí y me rechazó. Dijo que no aceptaba gente que no hubiera conocido previamente. Busqué algún congreso en el que estuviese D’Amico. Volé a Orlando. Cuando acabó su charla me acerqué a él; para mí era como hablar con Dios. Le pedí amablemente visitar su hospital, me dijo que le enviase un mail sin ningún problema. Volví a España, creé otra cuenta de mail y le escribí; fui allí y aprendí su técnica. Hoy somos amigos íntimos. Y curiosamente él hace ahora mi técnica.
Pregunta.- Dos incisiones.
Volví a España a hacer la técnica de dos incisiones. Para hacer dos incisiones lo que tienes que hacer es cambiar la cámara de un puerto a otro. Con tres cortes, los usas para triangular; pero con dos, tienes que ir cambiando la cámara. Y me di cuenta de que cuando yo cambiaba la cámara y la ponía en la incisión de arriba (la principal, con la que se trabaja, que es un poco más grande) veía mejor. Veía directamente el pulmón; la arteria, la vena. Lo que hice fue mantener la cámara arriba y hacía todo por la misma incisión, porque me sentía más cómodo. O sea que hacía dos cortes, pero usaba sólo uno.
Pregunta.- La incisión única.
Al principio pensábamos que la técnica que sólo se podía hacer en la parte inferior de pulmón, y así lo publiqué. Pero nos dimos cuenta de que podíamos acceder al pulmón de otra manera (a todos los lados), desarrollar otro concepto de instrumentación. Y ahí la técnica nos facilitaba hacerlo todo con una incisión.
Pregunta.- Tuvieron problemas para implantarla.
Hoy se estudia en las universidades y se ha implantado en todo el mundo, pero tuvimos dificultades en nuestro servicio. Un jefe de servicio vio eso como una amenaza, quiso bloquear la técnica y dijo que jugábamos con la vida de los pacientes. También fuimos acusados de llevar pacientes de la sanidad pública a la privada; fue todo sobreseído, no tenía sentido.