Redacción, 21-04-2017.- Sinan Aral y Christos Nicolaides, de la escuela Sloan de administración de empresas del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, junto a Boston), presentan un trabajo en Nature Communications en el que destacan que hacer ejercicio es socialmente contagioso.
Estos investigadores utilizaron la actividad deportiva como base de una investigación sobre el contagio de actitudes a través de las redes sociales. Para ello realizaron un estudio sobre el ejercicio diario realizado por más de un millón de personas que registraron durante 5 años. Los resultados mostraron que los hábitos deportivos se contagian en las redes sociales. Encontraron también que los corredores menos activos influyen sobre los más activos, pero esta relación no se produce en el sentido contrario. Los datos revelaron también que las mujeres solo contagian a las mujeres mientras que los hombres son influidos tanto por hombres como mujeres.
Para recoger los datos, los investigadores han utilizado los registros de actividad obtenidos de los dispositivos móviles de monitorización (wearables) de los sujetos estudiados y que actualmente son un complemento deportivo de uso generalizado. De estos dispositivos han extraído tanto datos de actividad física como parámetros fisiológicos. Así incluyeron en su estudio a más de un millón de corredores que en conjunto habían realizado más de 350 millones de kilómetros en esos cinco años. Para establecer los niveles de influencia analizaron sus relaciones en redes sociales a través de sus vínculos en estas plataformas.
“Encontramos que hacer ejercicio es socialmente contagioso”, dicen los científicos del MIT, “y revelamos así un mecanismo de comportamiento que pude explicar las correlaciones de obesidad y felicidad halladas en trabajos anteriores; nuestros resultados indican que unas estrategias de intervención social que tengan en cuenta los efectos de contagio entre amigos podrán propagar el cambio de comportamientos en las redes sociales de modo más eficaz “.