Redacción, 16-07-2017.- La alteración de la flora intestinal o microbiota de los niños podría estar detrás del aumento de patologías como alergia, dermatitis atópica o asma en esas edades. Así lo ha advertido el dietista, nutricionista, investigador y docente del departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia, Jesús Sanchís, durante su participación en el curso de verano de la Universidad de Alicante «Rafael Altamira» sobre nutrición infantil avanzada, concretamente sobre la microbiota intestinal (microorganismos de los intestinos).
En una entrevista concedida a Efe, este experto ha explicado que la microbiota intestinal empieza a programarse desde la gestación, por lo que resulta trascendental que los progenitores cuiden su alimentación incluso antes el nacimiento. Sanchís ha destacado también que la alteración de la microbiota (disbiosis) podría relacionarse con el desarrollo futuro de enfermedades autoinmunes y metabólicas.
Entre los factores que pueden influir en esa alteración de la microbiota destacan la toma de antibióticos o fármacos en general, como el extendido omeprazol; también el parto por cesárea o la lactancia artificial, que contribuyen a una microbiota «diferente y peor», tal y como ha indicado Sanchís.
Otros factores de influencia negativa sobre la composición y la calidad de la microbiota son la falta de ejercicio físico y el desarrollo de los pequeños en ciudades alejadas de la naturaleza son otros componentes que debilitan su sistema inmunológico.
Sin embargo, Sanchís destaca que el principal factor de influencia sobre la flora intestinal es la propia alimentación. Es recomendable que la dieta en las edades infantiles se basen principalmente, en frutas, hortalizas y tubérculos, evitando productos «altamente procesados» como los potitos o la bollería industrial.
El alto contenido de esos productos en azúcares, edulcorantes artificiales, grasas perjudiciales, emulsionantes y otros aditivos, perjudican a la microbiota y, por tanto, a la salud.
En lo que se refiere a los bebés, el experto indica que, «no hay nada mejor que la leche materna» ya que contiene probióticos (microorganismos vivos procedentes del intestino de la madre) y prebióticos (el alimento de los probióticos) que son claves para una salud intestinal idónea