Redacción, 15-02-2016.- La floración de plantas en enero, que habitualmente florecen en abril, ha adelantado este año una polinización explosiva, debido a que los inviernos son cada vez más cálidos, lo que los alergólogos llaman polinosis multiestacional. En vez de comenzar en primavera las alergias comienzan en febrero debido a procesos de floración más tempranos.
Las cupresáceas
La alergia al polen de cupresáceas (ciprés, setos…) se ha disparado en los últimos años. Este tipo de plantas son típicas y zonas mediterráneas y de jardines. Según Dr. Agustín Fernández, alergólogo de Hospitales Nisa, «hasta hace unos años era una alergia poco común que afectaba en torno a un 5% de la población, hoy se ha disparado por encima del 20%; uno de cada dos alérgicos al polen sufre con las cupresáceas”, aseguró.
Diferencias con el catarro
Muchas veces catarro y alergia se confunden, dado que conviven en la época invernal. Es importante resaltar que, mientras un catarro tiene una duración de entre cinco y siete días, “la alergia al polen puede durar de cuatro a seis semanas y su intensidad dependerá del tiempo. Los días secos y soleados serán peores mientras que los días de lluvia y húmedos la persona que padece la alergia mejora”, afirmó el Dr. Fernández.