Redacción, 01-08-2017.- Las altas temperaturas que están afectando a muchas regiones de España durante estas últimas semanas, además de las molestias y el malestar que provocan en general, pueden traer consigo un problema que puede pasar desapercibido, pero que puede resultar peligroso si no se combate a tiempo, como es la deshidratación.
La deshidratación se produce cuando el cuerpo no tiene la suficiente cantidad de agua y líquidos que necesita. Como advierte el Dr. Vicente Arrarte, miembro de la FEC y presidente electo de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “la deshidratación evita un normal funcionamiento de los órganos, disminuye la creación de orina y puede deteriorar rápidamente la función renal, llevando, en una situación prolongada, a la aparición de arritmias por alteración de los iones y fallo sistémico, lo que puede resultar muy grave si no se da solución en un tiempo adecuado”. En casos extremos, no estar bien hidratado puede provocar daño cerebral permanente, convulsiones e incluso la muerte.
Los niños, los ancianos y las personas con problemas cardiovasculares y enfermos crónicos son los grupos de la población con más riesgo de sufrir una deshidratación
Aunque la sensación de sed es el síntoma de alarma más frecuente, el mareo, el aletargamiento, la visión borrosa y el dolor de cabeza pueden avisarnos de que nos estamos deshidratando
Se recomienda ingerir entre un litro y medio y dos litros de agua al día, aunque esta cantidad debe aumentarse ante el calor, la presencia de sed, etc.