Llevan más de 15 años batallando para hacerse un hueco en un mercado tan competitivo como es el farmacéutico. Y pese a las trabas y a la demagogia que se ha hecho contra ellos, los medicamentos genéricos han logrado, no sólo asentarse, sino ser reconocidos como una herramienta de ahorro nada desdeñable, como avalan los 12.000 millones de euros ahorrados desde su implantación en España (1.000 millones anuales aproximadamente de media). Sobre su aportación al maltrecho Sistema Nacional de Salud y los retos a los que aún deben enfrentarse, debatieron expertos de primera línea en la casa de La Razón, según informan P. Pérez y A. Jiménez, en el último «Desayuno A TU SALUD» bajo el título «Medicamentos genéricos».
Para el Ministerio de Sanidad, el genérico resulta interesante porque provoca una bajada del precio de los medicamentos de marca. Como explicó la secretaria general de la cartera sanitaria, Pilar Farjas, «el genérico es el modulador del precio más importante del mercado. Es un sector innovador, exportador, con un gran potencial, y muy competitivo». Sin embargo, las cifras aún distan mucho de la media europea. Tanto es así que, tal y como señaló Farjas, «en 2008 la evolución de prescripción de genéricos fue del 22 por ciento, frente al 39,7 por ciento en 2012. Pero aún está muy por debajo de la media de países como Alemania y Francia, en los que alcanzan el 44 por ciento».
Por su parte, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), destacó que, «en unidades representa el 35 por ciento, lejos de las cifras de Europa, que rondan el 60 por ciento». En valores, sólo alcanzamos el 17 por ciento (frente al 25 por ciento de UE), como se pone de manifiesto en el último «Informe Anual sobre la Evolución de los Medicamentos Genéricos en España», presentado por la patronal de los genéricos la consultora global especializada en salud IMS Health.
Pese a ello, «la mitad de los medicamentos que se dispensan en la farmacia son genéricos y el volumen de introducción es enorme», manifestó Luis Amaro, tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof).
Ante la normalidad con que ahora se trata los genéricos, Francisco José Aranda, director de Operaciones de Cinfa –líder del sector–, recuerda que que no siempre fue así, pero «ahora ya no hay problema cuando se utiliza uno u otro medicamento. La denominación «genérico» tan sólo se refiere a la categoría legal del medicamento, no hace referencia a su calidad. Esto es así porque en España y en Europa en general exigimos una elevada calidad a todos los fármacos que empleamos. Y en cualquier caso, los medicamentos tienen una sola calidad».
En este sentido, y tal y como se puede leer en las páginas del diario La Razón, Amaro sostiene que lo que ahora suena de Perogrullo, «hace unos años era una realidad. Teníamos que explicar que los que se prescribían eran iguales y con la misma efectividad…». Y en este sentido, Farjas afirma que «ante un medicamento de mismo precio se puede decidir. La fidelización no es a una marca o al genérico, es al fármaco en sí, prescrito por principio activo, por eso se incorporó la norma».
Además, aludió a que hay patologías, como el párkinson, que exigen que se continúe con la misma medicación por cuestión terapéutica, y estas excepciones se hallan el único decreto que ha incorporado la cartera de Ana Mato que afecta a la industria farmacéutica. Punto que agradecieron los presente en la mesa, ya que todos coincidían en que los introducidos por el Ejecutivo anterior fueron muy duros. «Resulta complicado hacer planes de futuro con tantos cambios», subrayó Mar Fábregas, directora general de Stada.