Redacción, 22-03-2017.-El melanoma es el cáncer de piel menos frecuente, pero también es el más grave, sobre todo si se diagnostica en estadíos tardíos.
Aunque la tasa de mortalidad por melanoma se ha estabilizado en España, el número de casos de cáncer de piel sigue aumentando: el melanoma maligno representa el 2,5% de todos los tumores y un 1-2% de las muertes causadas por cáncer; con un incremento del 3%-6% anual en los últimos 25 años es, junto con el cáncer de pulmón en mujeres, el tumor que más está aumentando en incidencia.
Existen determinados factores que aumentan el riesgo de padecer melanoma a lo largo de la vida, como son la piel clara y el pelo rubio y/o pelirrojo, tener más de 50 lunares y tener lunares atípicos o historia personal o familiar de melanoma, así como algunas enfermedades del sistema inmune y trastornos de la pigmentación. Pero el principal factor de riesgo es la exposición a radiación ultravioleta principalmente hasta la mayoría de edad. Por ello el primer paso en la lucha contra el cáncer de piel es la prevención y el diagnóstico precoz. El melanoma puede aparecer bien de novo o bien sobre una lesión presente previamente. Esto explica la gran importancia de revisar nuestros lunares para detectar cualquier cambio a tiempo. En pacientes de alto riesgo de cáncer de piel, con lunares muy numerosos, en sitios difíciles de controlar por el paciente o con muchos de características atípicas, contamos con una herramienta de control como es el dermatoscopio digital.