Redacción, 16-06-2017.- El impacto de los golpes de calor es especialmente importante en personas mayores, cuyas patologías cardiovasculares o respiratorias pueden agravar los síntomas del golpe de calor, provocándoles incluso la muerte. Es por esto que hay que estar atento de los síntomas que pueden alertar de que una persona está sufriendo un golpe de calor, de forma que puedan ser rápidamente identificados especialmente por los mayores y sus cuidadores.
En caso de producirse un golpe de calor, David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, hace las siguientes recomendaciones para conseguir parar sus efectos:
En primer lugar, es necesario llamar a los servicios de emergencia. Una subida repentina e incontrolada de la temperatura corporal puede tener terribles efectos, incluido el fallecimiento del afectado, por lo que es fundamental contar con la ayuda de especialistas. Mientras se espera a los servicios de emergencia es importante tratar de bajar la temperatura del afectado con la aplicación de paños empapados en agua fresca en zonas especialmente sensibles como son frente, nuca, axilas e inglés.
Otra medida es tumbar a la persona con los pies elevados, a una altura mayor que la cabeza, para favorecer así el retorno venoso. No hay que olvidar la hidratación del afectado. Para eso es necesario facilitarle líquidos para que beba poco a poco. Lo más adecuado en caso de urgencia es que “beba agua con un poco de sal y azúcar, o alguna bebida isotónica, o los preparados preparados específicos para rehidratación de venta en farmacias”, señala David Curto.
Para evitar estos golpes de calor es importante hidratarse muy bien, beber bastante agua, al menos dos litros diarios, aunque no se tenga sensación de sed. Dado que los mayores tienden a no sentir la sed es necesario estar pendientes de que consuman la cantidad de agua recomendada.Conviene hacer comidas frías y ligeras que ayuden a reponer las sales minerales que se pierden con la sudoración (gazpachos ligeros, ensaladas frías, verduras, etc.) y evitar comidas copiosas y calientes. Como acompañamiento a estas comidas hay que evitar el consumo de alcohol, cafeína o bebidas azucaradas, ya que estos productos pueden empeorar las consecuencias del calor.
Es importante que si los mayores realizan algún tipo de actividad física, no sea a las horas de máximo calor, entre 12.00 a 17.00 horas. Por último es importante que se vistan con ropa amplia, poco ajustada, y que salgan a la calle acompañados por sombreros o gorras.