Redacción, 17-04-2015.- Los mercados no respetan ni a los enfermos. Desde hace más de un año es difícil encontrar en las 22.000 farmacias españolas algunos medicamentos de uso común y no tan común. La mayoría de los laboratorios tiene “en falta”, según el argot farmacéutico, algunos fármacos para el colesterol, el dolor, los problemas gástricos, pero también para paliar los efectos de la quimioterapia y de uso en los trasplantes de órganos, la leucemia o la epilepsia, explican en Cinco Días.
Dicen en las boticas que algunos vienen con cuentagotas y, si bien es verdad que muchos tienen equivalentes alternativos, algunos no cuentan con tratamientos análogos y el Ministerio de Sanidad los tiene que traer del extranjero. Además, los pacientes no son máquinas y muchas veces los equivalentes no son tolerados de la misma forma por todos los enfermos.
Urbal, indicado para la úlcera gástrica (sin equivalente en el mercado); Cardyl, para el colesterol; Neurontin, para la epilepsia, o Dacortin, cuyo principio activo, la prednisona, se utiliza en enfermedades reumáticas, son algunos de ellos.
También faltan hasta completar las 190 presentaciones, recogidas en la lista de la Agencia Española del Medicamento, Mercaptopurina, indicado para la leucemia linfocítica; BCG, la vacuna de la tuberculosis; Fortecortin, tratamiento para los tumores o edemas cerebrales y paliativo de los efectos de la quimio, y Canadiol, utilizado en pacientes de VIH.