Redacción. 23-02-2017.- Los implantes cocleares permiten que los niños con hipoacusia se integren en la sociedad y puedan llevar una vida normal, según un análisis realizado por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) con motivo del Día Internacional del Implante Coclear que se celebra el 25 de febrero.
La SEORL destaca la importancia del diagnóstico temprano de la hipoacusia en el nacimiento, para poder escoger la mejor solución lo antes posible y reducir al máximo los riesgos sobre el aprendizaje lingüístico. En España, existen cerca de 14.500 personas con implante coclear, de las cuales el 60% son adultos, según la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España (AICE).
“La llegada del implante coclear ha permitido que desde edades tempranas se puedan corregir las discapacidades auditivas graves o profundas, lo que ha favorecido un mejor desarrollo del lenguaje, y de la capacidad comunicativa y cognitiva de los niños”, explica el doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otoneurología de la SEORL-CCC. Según los últimos resultados de un estudio realizado en Australia desde hace once años, y publicados este mes en la revista Otology & Neurotology, los niños con pérdida de audición profunda que reciben un implante coclear antes de los 12 meses de edad obtienen mejores puntuaciones en la adquisición del lenguaje y la producción del habla que aquellos a los que se les puso a edades más avanzadas.
Beneficios de la detección temprana
Hasta un 40% de los casos de hipoacusias severas y profundas son candidatas a implante coclear, según datos de la OMS. “Las personas que mejor beneficio pueden obtener de ellos son, por un lado, los recién nacidos sordos y, por otro, aquellas personas que una vez adquirido el lenguaje llevan poco tiempo con hipoacusia severa o profunda”, argumenta el doctor Lassaletta. La detección precoz, tanto en niños como en adultos, “es por tanto fundamental para conseguir un rendimiento óptimo del implante coclear y que el paciente le pueda sacar todo el partido posible”, explica. Así, en el caso de los recién nacidos, “lo ideal es detectar la pérdida de audición antes de los tres meses para poder iniciar un tratamiento adecuado a los seis”, destaca. Un diagnóstico tardío puede provocar un acceso incompleto al lenguaje oral, así como un retraso en el desarrollo del pensamiento lógico y racional, de la memoria, capacidad lectora, el aprendizaje, y en definitiva, en el desarrollo de su personalidad.
En la edad adulta, también es importante “la detección precoz de la llamada presbiacusia, la pérdida progresiva de la audición que puede producirse a partir de los 60 años, para poder escoger la mejor solución a cada caso”, según explica el doctor Lassaletta. En estos casos, “hay que explicar a los pacientes que la edad no es un inconveniente para decidirse por el implante coclear, pues, si el paciente es candidato y existe motivación, éstos pueden mejorar la discriminación auditiva, la comunicación e integración social, así como su ánimo y salud mental”, concluye. Hay casos de implantes cocleares en personas de más de 80 años con resultados similares a los realizados en pacientes más jóvenes.