Redacción, 20-12-2017.- Una correcta alimentación siempre es importante para la salud, sin embargo para personas que se someten a un tratamiento oncológico, como la quimioterapia o radioterapia, se convierte en una cuestión de vital importancia. Por este motivo, un equipo de dietistas, oncólogos, físicos médicos y especialistas en radiología, procedentes de grupo ASCIRES y Fundación QUAES, ha diseñado un innovador protocolo para evitar la desnutrición en pacientes con cáncer y mejorar su calidad de vida. Un nuevo avance que puede beneficiar a más del 50% de los pacientes que la padecen debido a su enfermedad o a los tratamientos.
Se trata de un procedimiento pionero en España, que se centra en la alimentación como aspecto fundamental en el proceso terapéutico del cáncer. Y es que algunos de sus efectos secundarios, tales como falta de apetito, náuseas, vómitos, malabsorción o la alteración del sentido del gusto, conllevan una fuerte pérdida de proteínas, componente esencial de los músculos y principal soporte para resistir el fuerte impacto de los tratamientos. Asimismo, la creación de dietas específicas ayuda a optimizar la terapia, disminuye la astenia, recorta los periodos de ingreso hospitalario y mejora la calidad de vida de los pacientes.
Tecnología orientada al diagnóstico
El método se basa en aprovechar el tradicional TAC de planificación, necesario para diseñar el volumen de irradiación y la planificación de la terapia oncológica, para analizar con precisión la composición corporal de cada persona. “Esto nos permite recabar toda la información necesaria para crear un programa nutricional personalizado, que se adapta a la condición física del paciente y tiene en cuenta factores como el tipo de tumor que se le ha detectado”, explica Bianca Muresan, investigadora especializada en nutrición oncológica en Fundación QUAES.
“Es una forma mucho más precisa de valorar el grado de sarcopenia que el simple control de peso con báscula, ya que esta variable no siempre va asociada a la masa muscular. Podemos encontrarnos con individuos que muestran obesidad y sarcopenia, lo que multiplica el riesgo”, afirman la Dra. Ana Hernández Machancoses y el Dr. Enrique García Miragall, especialistas en la unidad de oncología radioterápica de ERESA en el Hospital General de Valencia, y continúan: “puede incluso llegar a ser un predictor de la tolerancia y la respuesta al tratamiento, de tal forma que ya estamos viendo que los pacientes con un estado nutricional adecuado tienen mejores resultados desde el punto de vista de toxicidad y de control tumoral”.
En definitiva, la nutrición planificada se prepara para un auténtico salto cualitativo, complementando las técnicas tradicionales con las posibilidades que ofrece el diagnóstico por imagen aplicado.