Redacción, 22-08-2016.-Un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche, realizado por el podólogo Roberto Pascual y avalado y divulgado este año por el Consejo General de Colegios de Podólogos, revela que existe una alta incidencia de niños que acuden al centro escolar con calzado específico para una actividad deportiva. De los 600 niños analizados (entre 3 y 12 años) un 62% de los escolares, casi todos niños, acudieron al colegio con un calzado específico para fútbol sala o césped artificial con las características propias de este tipo de calzado (horma estrecha, suela fina, multitacos, material artificial). Además, el 11% del alumnado (principalmente, niñas) acudieron al centro escolar con deportivas con ruedines.
Tras este estudio, a más de un tercio de los escolares (38,35%) se les recomendó la realización de una revisión podológica. De los escolares a los que se les recomendó acudir al podólogo para una exploración clínica, un 40% fue por prevalencia del pie plano infantil.
El caso del fútbol es el más evidente. “A los niños les gusta que las botas estén muy ajustadas, porque parece ser que cuando los dedos están muy ajustados el control del balón se hace con mayor exactitud”, pero que las botas estén excesivamente ajustadas puede traer muchos problemas. “El primero es que las uñas se traumaticen, se amoraten y se puedan perder, y el segundo es que esos dedos se acaben deformando y deriven en unos dedos en garra o unos dedos en martillo”, señala Nieto.
Otro tipo de deporte en el que los pies se resienten especialmente son las artes marciales. “En este caso por todo lo contrario al fútbol -señala Nieto-, por el hecho de que se practiquen descalzos”. Esta característica favorece el contagio de papilomas víricos: “Solemos aconsejarles un poco de vigilancia, intentar que se miren de vez en cuando los pies, porque cuanto antes se detecte es más eficaz el tratamiento y menos doloroso el problema”.
El experto advierte de que “todo lo que en esas épocas infantiles vayamos haciendo mal va a repercutir en los niños en la edad adulta”. No solamente el deporte es el causante de estos problemas: “A veces los propios padres se despistan, y mientras el niño no les dice nada, sus pies van creciendo y llegan a seguir usando un calzado que ya no se ajusta a su pie”. Sobre todo, es importante extremar las precauciones en el calzado que se lleva a la escuela, porque es con el que los niños pasan la mayor parte del tiempo. A este respecto, los podólogos ofrecen una serie de recomendaciones a la hora de comprar calzado para los más jóvenes.