Redacción, 24-04-2015.- Las personas que padecen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), por fumar o inhalar humo, mejorarán de forma sustancial su calidad de vida gracias a unas miniválvulas implantadas en los bronquios que aumentan su capacidad para respirar; técnica reversible que no requiere intervención quirúrgica, ni irradiación, ni anestesia general y que se lleva a cabo en menos de 30 minutos sin necesidad de hospitalización.
El broncoscopio se introduce por la boca o la nariz del paciente, que está sedado ligeramente, y el especialista evalúa sus vías aéreas: los canales que comunican los lóbulos pulmonares dañados. Las válvulas, que tienen un diámetro de cuatro milímetros de ancho por diez milímetros de largo, se posicionan en los bronquios adecuados.
Esas válvulas obstruyen el aire en una dirección. Solo permiten evacuar aire del lóbulo pulmonar afectado e impiden que entre más aire, de tal manera que las partes lobulares dañadas disminuyen poco a poco su tamaño, a la vez que merma la hiperinsuflación, obstrucción en los conductos que suministran aire al tejido pulmonar.