Redacción, 26-02-2015.- El cáncer de páncreas aparece cuando se forman células cancerosas en los tejidos del páncreas, su riesgo aumenta con la edad y la mayor parte se diagnostican entre los 60 y 80 años. Lamentablemente, se trata de un tumor muy agresivo del que aún no se conoce su ‘talón de Aquiles’, lo que significa que las tasas de curación son bajas y los avances en la investigación mediocres en comparación con otros tumores.
Con el objetivo de avanzar en los tratamientos, científicos de Australia y Reino Unido han realizado un análisis en profundidad de cien genomas de cáncer de páncreas y han identificado cuatro subtipos que pueden ayudar a guiar el futuro tratamiento del paciente, como revelan los propios expertos en un artículo que se publica este miércoles en la revista ‘Nature’.
Mediante el uso de la secuenciación del genoma, el equipo reveló patrones amplios de ‘variación estructural’ o cambio, algo previamente invisible cuando se podían secuenciar sólo los genes codificadores de proteínas (en torno al 1 por ciento del genoma). Así como las imágenes por satélite nos permiten ver la Tierra como un todo y podemos realizar un zoom ampliar los detalles, la secuenciación del genoma permite ver el daño del ADN global y local con la misma eficacia.
Miles de genes mutados estaban presentes, y «una larga cola con dominio de genes mutados con poca frecuencia», detalla uno de los líderes del trabajo, el profesor Andrew Biankin, jefe de laboratorio en el Instituto Garvan de investigación Médica en Sydney, Australia.
LA SECUENCIACIÓN DEL GENOMA
«La conclusión es que realmente tenemos que empezar a pensar en cambios en la secuenciación del genoma como un imperativo de diagnóstico. Los pacientes de nuestra cohorte dieron su consentimiento antes de la operación y hemos sido capaces de realizar un seguimiento de su progreso, comparando su supervivencia con los diversos tratamientos que se les dieron. La secuenciación del genoma nos dio una imagen mucho más clara que antes. Hemos sido capaces de reflejar nuestro análisis en los pacientes y empezar a ver mejor relación entre lecturas, terapias y resultados», añade.