Redacción, 01-03-2021.- Cuando está a punto de cumplirse un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la situación de pandemia mundial por Covid-19, dicha institución acaba de acuñar el término “fatiga pandémica”.
Este concepto describe “la desmotivación y el cansancio” que la población siente ya a la hora de “cumplir con las conductas de protección y las medidas de seguridad recomendadas”, según Cinfa.
Como explica el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, “este cansancio es una respuesta normal del organismo. Al principio de esta crisis, contábamos con nuestros mecanismos naturales de adaptación al estrés, pero, cuando las circunstancias extremas se prolongan en el tiempo y reina la incertidumbre, resulta difícil mantener dichos mecanismos”.
Precisamente, esa exposición repetida al estrés generada por la pandemia durante estos meses puede ser uno de los factores por los que se da la fatiga pandémica y, más concretamente, el abandono de pautas de autocuidado.
Diez consejos para afrontar la fatiga pandémica:
Observa cómo te encuentras por dentro.
Dedica tiempo a detectar las emociones negativas y los pensamientos que las originan para transformarlas en positivas con técnicas de distracción, como practicar actividades de ocio que te gusten.
Maneja el consumo de información sobre la Covid-19.
Decide cuándo y cuánto tiempo vas a dedicar a informarte. Evita hacerlo antes de ir a dormir.
Actívate: disfruta de tu ocio.
Dedica tiempo a descansar y estar con tu familia y también a practicar tus aficiones. Puedes aplicar estrategias de compensación: leer ese libro pendiente, organizar por fin las fotos o empezar con ese hobby para el que no disponías de tiempo.
Relájate: aprende técnicas de autocontrol.
Practicar de manera regular actividades como relajación muscular, meditación, mindfulness o yoga, e incluso escuchar música en un entorno tranquilo, te ayudará a neutralizar la activación fisiológica del organismo que produce el estrés.
Fomenta las relaciones personales y apoya a los demás.
Cuando te sientas muy angustiado o triste, cuéntaselo a las personas en quienes confías.
Haz deporte de manera regular.
El ejercicio físico reduce la intensidad del estrés, fomenta una sensación de bienestar y conlleva beneficios para el organismo. Procura hacerlo siempre a la misma hora y nunca en las dos o tres horas anteriores a ir a la cama.
No restes horas a tu sueño.
Descansado, afrontarás mejor cualquier conflicto o situación que consideres estresante. Por ello, trata de ir a dormir siempre a la misma hora y descansar al menos siete u ocho horas diarias.
Cuida tu dieta.
Sigue una dieta saludable, variada y equilibrada que incluya una gran cantidad de frutas y verduras. Sus vitaminas y antioxidantes mantendrán elevadas tus defensas y también te ayudarán a estar de mejor ánimo.
Evita los hábitos tóxicos o poco saludables.
La alimentación equilibrada y el deporte deben acompañarse de otros hábitos como eliminar el consumo de tabaco y reducir o eliminar el de alcohol.
Dale importancia a la respiración.
Respirar con el diafragma te ayudará a regular los picos de estrés o nervios.