Como explica Susana Mezquita, experta del Departamento Científico de Cinfa, “los niños cuentan en su piel con menos mecanismos de defensa naturales que los adultos porque su barrera cutánea no ha terminado de desarrollarse. Cuanto más pequeños son, mayor riesgo corren de sufrir daños tras la exposición solar, como enrojecimiento, pigmentación inmediata, pigmentación retardada, quemaduras solares y otros perjuicios que se manifiestan a largo plazo, como envejecimiento cutáneo o mayor riesgo de sufrir melanoma en la edad adulta”.
Por este motivo, ahora que llega el verano, es necesario extremar las precauciones en torno a la fotoprotección infantil.
Consejos para proteger la piel del bebé del sol:
- Nunca antes de cumplir 1 año. Antes del año de edad, la mejor forma de proteger a los bebés es no exponerlos nunca directamente al sol.
- Evita que le dé el sol en las horas centrales del día. Los rayos solares son más fuertes y perjudiciales entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde, por lo que no debe estar al sol en esta franja horaria bajo ningún concepto.
- Cubre la mayor parte de su cuerpo con ropa adecuada. En el caso de bebés y niños pequeños, usar gorra, gafas de sol, pantalones y camiseta es imprescindible.
- Elige un fotoprotector específico para bebés y niños pequeños. A partir de los seis meses, podemos aplicar a los niños fotoprotectores, pero teniendo en cuenta que estén formulados para ellos. Es decir, que cuenten con un SPF superior a 50, protejan de las radiaciones UVA, UVB e IRA y que contengan filtros físicos en lugar de químicos.
- Vigila los posibles efectos del sol en tu bebé. De este modo, podrás detectar a tiempo las señales de impacto solar.
- Mantén a tu hijo hidratado. Asegúrate de que toma todo el líquido que necesita para hacer frente al sol y a las altas temperaturas. Si ya come alimentos sólidos, también las frutas son muy recomendables, por su gran cantidad de agua.
- Elige zonas donde haya sombras o créalas. Cualquier elemento que proyecte sombra servirá para proteger a tu bebé del sol, aunque recuerda usar el fotoprotector también bajo la sombra.
- Consulta los índices ultravioleta e infrarrojos. Antes de la exposición al sol, se recomienda informarse de los niveles de radiación a través de canales como la Agencia Española de Meteorología (AEMT).
- No bajes la guardia después del verano. El sol es peligroso durante todo el año, por lo que debes seguir protegiendo a tus hijos también fuera del periodo estival o en días nublados. Además, algunos tipos de nubosidad aumentan la peligrosidad del sol, al igual que la altitud.
- Predica con el ejemplo. Trata de concienciar a tus pequeños de los riesgos que entrañan las radiaciones dando ejemplo. Esto es más importante que nunca con niños a partir de los 12 años, quienes son más autónomos y es una edad en la que la fotoprotección comienza a recaer sobre ellos mismos.