Redacción, 05-02-18.- La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel genéticamente determinada, que produce picor, cursa en brotes y suele ser la primera manifestación clínica de un estado de hipersensibilidad frente a alérgenos variados denominado atopia.
La atopia puede definirse como la existencia de una predisposición familiar a producir una respuesta inmunitaria, mediada por la inmunoglobulina E (IgE), frente a pequeñas cantidades de alérgenos y a desarrollar ciertas enfermedades como asma bronquial frecuente, rinoconjuntivitis alérgica o eccema, debido a una hipersensibilidad de la piel y las mucosas.
En España, 10 millones de niños sufren dermatitis atópica. Si uno de los padres es atópico, el niño tiene en torno a un 50% de riesgo de serlo. Si los dos padres tienen dermatitis atópica, la probabilidad de que el hijo la tenga es del 80%.
La dermatitis atópica no se cura definitivamente pero sí que se pueden mejorar los síntomas utilizando prendas de algodón, evitando la lana y los sitios con polución o polvo, entre otras recomendaciones.