Redacción, 14-07-2016.- La gestación en verano engloba una serie de situaciones distintas a otras épocas de año, sobre todo en el último trimestre, cuando la temperatura corporal es aún mayor.
El Dr. José María Fernández Moya, coordinador del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, señala que la hidratación es clave en verano y más si estás embarazada. A partir del segundo trimestre, la sed aumenta notablemente, por lo que se recomienda el consumo de 2 a 3 litros de líquido al día, así como no retener la orina para no predisponerse a las temidas infecciones urinarias.
Unas pautas de alimentación saludables son fundamentales para el embarazo. Ingerir alimentos como la fruta, gazpachos, sopas frías y batidos son ideales.Para reducir las náuseas, que son más comunes en el primer trimestre, un buen truco es comer más a menudo y en pequeña un buen truco es comer más a menudo y en pequeñas dosis.
Si tenemos las pierna y pies hichadas podemos combatirlas con contrastes de temperatura como: duchas de agua fría, poner los pies en alto, ejercicios específicos en el agua o incluso masajes ayudarán a no acumular tanto líquido en la
Es importante evitar las horas de mayor calor. De ser posible, se debe aprovechar la mañana o la noche para realizar todas aquellas actividades que requieran un mayor esfuerzo físico.
En lo que respecta a la vestimenta, la ropa debe ser ligera, de colores claros o pasteles y de materiales textiles idóneos para el verano. El algodón, el lino o la seda son los más apropiados, mientras que se deben evitar las ropas o tejidos ajustados, como la lycra, y los colores oscuros. A su vez, es imprescindible que el calzado sea muy cómodo, con poco tacón (4-5 cm) y mejor de tela que de plástico.
No debemos olvidarnos de practicar ejecicio. Podemos nadar durante el verano, o relizar paseos diarios, incluso por la playa. En este caso, el contacto con el agua, el contraste de temperatura y los efectos de arena favorecerán la circulación y reducirán la presión sobre el nervio ciático.
Si estas embaraza no es recomendable una prolongada exposición al sol, pero en poca cantidad sí es positiva para ayudar a sintetizar la vitamina D. Es importante extremar las precauciones; para ello, hay que evitar las horas centrales del día, cubrirse bien la cabeza, resguardarse a la sombra a cada rato y utilizar siempre protección solar.
A la hora de viajar se deben extremar las precauciones. Los viajes en coche o tren son más recomendables. Aun así, cada dos horas máximo, es importante tratar de pasear para que las piernas no sufran en exceso. Durante las últimas semanas del último trimestre están desaconsejados los viajes en avión, para utilizar este medio de transporte.
Hay que respetar las horas de descanso. La tensión durante el verano tiende a disminuir, y en el caso de un embarazo avanzado, esta tendencia se acusa. Para un buen descanso, el doctor recomienda evitar las cenas copiosas y grasientas o dormir con ropa ajustada o incómoda. A la hora de dormir, lo mejor es tumbarse sobre el lado izquierdo y colocar un cojín entre las piernas para mayor comodidad. La siesta es igual de importante para llegar a dormir el número de horas recomendadas, un mínimo de siete al día.
Además los baños en piscina y playa, deben estar controlados. Muchas gestantes creen que bañarse en el mar o en una piscina en las últimas semanas del embarazo conlleva el riesgo de contraer algún tipo de infección vaginal que afecte a la gestación. Sin embargo, el doctor Fernández Moya apunta que los baños, ya sean en la playa o en la piscina, solo son peligrosos en el caso de que la mujer haya expulsado el tapón mucoso que protege el cuello uterino o que rompa aguas.