Redacción, 24-10-2016.- La gripe es una de las enfermedades más comunes con la llegada del otoño, pero que se puede prevenir con controles de salud y la administración de la vacuna de la gripe.
La incidencia de la enfermedad puede ser especialmente grave en las pequeñas empresas y autónomos, ya que si se produce el efecto contagio entre los empleados las bajas pueden afectar seriamente a la actividad. Ante la llegada del invierno Premap Seguridad y Salud realiza una campaña de vacunación contra esta enfermedad, que cuenta con una efectividad del 80% y también ayuda a prevenir otras enfermedades infecciosas. Según datos del Ministerio de Sanidad la posibilidad de contagio de la enfermedad es del 50% en grupos de población cerrados, como internados o residencias.
Según la Asociación Española de Medicina del Trabajo, se calcula que un 18% de las bajas laborales en España son como consecuencia de la gripe y que la enfermedad supone una pérdida de unos 60 millones de horas de trabajo, lo que representa un coste anual por bajas laborales y pérdida de productividad de unos 1.275 millones de euros cada año.
Por este motivo la vacunación de la población trabajadora tiene una gran rentabilidad económica para la actividad empresarial: se calcula que reduce en un 44% las visitas al médico y hasta en un 70% el absentismo laboral y su correspondiente pérdida en la productividad. De ahí la importancia que tiene la campaña de prevención de la gripe, ya que puede suponer un gran ahorro para las empresas.
¿Cómo prevenir la gripe además de con la vacuna?
Para evitar contraer la gripe es conveniente lavarse las manos con frecuencia y beber abundante líquido y no exponerse a cambios bruscos de temperatura (calefacción interior/frio exterior). Si creemos que la estamos incubando, no debemos seguir acudiendo al trabajo para evitar contagiar a otros compañeros. Además si tenemos un médico del trabajo en el centro es conveniente acudir a él para que nos prescriba el tratamiento.
A la hora de la transmisión de la enfermedad influye cómo esté el ambiente: cuando la humedad es baja -20-35% – (como en los inviernos secos), las gotas producidas al hablar, toser o estornudar se evaporan por completo y el virus prolifera en el aire donde es fácilmente ingerido por otra persona. Por el contrario, cuando la humedad alcanza niveles moderados (50%-84%) las gotitas no se evaporan del todo y el virus, atrapado con otras sustancias químicas, no puede propagarse.
Las personas enfermas son capaces de transmitir la enfermedad desde 24-48 horas antes del comienzo de los síntomas hasta unos 5/6 días después del comienzo de la enfermedad. Los niños pueden transmitir la gripe incluso durante más de 7 días tras el comienzo de los síntomas. El período de incubación