Redacción, 16-01-2015.- Sin saber bien la causa, ya sea porque te las enseñaron así, ya por hábito o por simple desconocimiento, hay algunas acciones que desarrollas de manera errónea. En EFE muestran cómo hacerlas bien, y a continuación las reproducimos:
1. Echar la cabeza hacia atrás si te sangra la nariz: Ante una hemorragia nasal, lo primero que debes hacer es taponar la nariz presionando la parte superior con los dedos a modo de pinza e inclinar la cabeza hacia delante.
2. Abrigarte para sudar la fiebre: Lo que has de hacer es tomar un antipirético y desabrigarte (que no desnudarte) o tomar baños de agua templada para reducir tu temperatura corporal.
3. Tomar café al despertar: Tu cuerpo dispone de un reloj interno que se encarga de aumentar tu grado de alerta a primera hora de la mañana con el incremento de la producción de cortisol. Estos niveles van disminuyendo en las horas posteriores, por lo que resulta más efectivo posponer el consumo de café.
4. Hacer la dieta de tu vecina: A lo hora de ponerte a régimen, es preciso que tengas en cuenta una serie de factores como el sexo, la edad, las alergias e intolerancias alimentarias y/o enfermedades como la hipertensión o la diabetes.
5. Saltarte el desayuno: Una dieta equilibrada exige 5 ingestas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
6. Usar zapatos de tacón alto o totalmente planos: Un calzado con tacón muy alto favorece la sobrecarga en el antepié y ayuda a la formación de juanetes, dedos en garra e infecciones de las uñas. Uno demasiado plano puede ocasionar problemas en la región del talón como durezas, fascitis plantar o tendinitis de Aquiles
7. Cepillarte los dientes nada más comer: Si has ingerido alimentos con alto contenido ácido (frutas, zumos, vino o café) deberás esperar 30 minutos para lavarte los dientes, porque si lo hicieras nada más comer, repartirías el ácido por toda la boca.
8. Tomar fruta de postre: La fruta tiene un monosacárido denominado fructosa que, ingerido tras la comida, provoca un aumento rápido de los niveles de insulina en sangre y hace que todo lo anteriormente comido tenga más facilidad para convertirse en grasa.
9. Dormir con la tele: Disminuye el tiempo y la calidad del descanso.
10. Llevar bolsos grandes: Un shopping bag u otro bolso grande suele ser sinónimo de una gran carga llevada de forma inadecuada, lo que provoca lesiones de hombro y espalda, como tendinitis, contracturas cervicales, dorsalgias y lumbalgias. Lo ideal es llevar solo lo imprescindible (que no supere el 3% de tu peso) y optar por un bolso en bandolera. Mejor si lo llevas cruzado.
11. Lavarte mucho: El agua rompe el manto lipídico y la capa córnea que protegen la piel, y causa que esta se deshidrate. Para evitarlo, lávate las manos un máximo de cinco veces, dúchate una única vez al día, incluyendo el pelo (al contrario de lo que puedas pensar, el cabello no se pudre si te lo lavas a diario) y emplea productos lo más neutros posible y con poco perfume.
12. Usar un sujetador cualquiera: El 70% de las mujeres no usa el sujetador adecuado y 9 de cada 10 desconoce su talla.
13. Beber agua en exceso: Demasiada agua obliga a tus riñones a eliminar más líquido y, con él, electrolitos que son necesarios para el organismo.
14. Abusar de la sal (o prescindir totalmente de ella): La sal solo es perjudicial para quienes no la pueden eliminar, por lo que son ellos y no toda la familia los que deben sustituir este condimento por otros como la cayena, el romero o el orégano.
15. Tomar analgésicos al primer dolor: No es recomendable tomarlos con demasiada frecuencia porque puedes generar una tolerancia al mismo pero tampoco dejar que el dolor se instaure.
16. Dejar lo difícil para el final: Comienza por las tareas más arduas: además de transmitirte un mensaje de confianza en ti mismo al no evitar el reto, afrontarás el resto de tareas con una mayor seguridad.
17. Cruzar las piernas: Tan común que seguramente lo realizas sin darte cuenta, este gesto afecta a tu espalda y a los músculos de tu cadera.
18. Fumar para relajarte: La sensación de alivio y relajación que experimentas con un cigarrillo se debe tan solo a que calma tu síndrome de abstinencia.