Redacción, 30-05-2020.- El vaginismo es una patología que afecta al 12% de las mujeres en España según la Sociedad Española de Medicina General, impidiendo a quienes lo padecen mantener relaciones sexuales con penetración con su pareja, debido a la contracción involuntaria e inconsciente de los músculos perivaginales, según recoge la web En Suelo Firme.
Por ello, cada vez son más las mujeres que buscan solución a esta disfunción. Estudios recientes apuntan a la hiperactividad del suelo pélvico y a la sensibilización del sistema central como las principales causas del problema.
“Mi recomendación a las mujeres que padecen dolor y por lo tanto no pueden mantener relaciones sexuales con penetración, es buscar la ayuda de un equipo multidisciplinar especializado en disfunciones sexuales», asegura Laura Rojas, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y cofundadora de En Suelo Firme, la primera comunidad y plataforma eCommerce especializada en suelo pélvico.
A continuación se recogen 5 claves para superar el vaginismo:
- Reconocer y validar que se padece dolor: Hacer saber a la mujer que el dolor existe es fundamental para iniciar el tratamiento, proporcionando la información necesaria para que comprenda los mecanismos implicados en este dolor, así como los factores que lo perpetúan.
- Empezar a conocerse a una misma: La falta de educación sexual y de conocimiento anatómico femenino, impide la correcta identificación de los músculos del suelo pélvico, y, por lo tanto, imposibilita un correcto cuidado de este.
- Aprender a ejercitar el suelo pélvico: Son las técnicas de contracción-relajación de los músculos del suelo pélvico las que pueden ayudar a tomar conciencia de la musculatura de la zona para relajar y disminuir el tono hiperactivo de esta. Por otro lado, las respiraciones diafragmáticas también ayudan a reconectar y relajar el periné.
- Buscar atención profesional y personalizada: Es fundamental acudir a expertos para conocer los motivos psíquicos y emocionales por los que una persona asocia el sexo con una experiencia negativa.
- Implicar a la pareja: Es aconsejable, si la mujer así lo desea, implicar a la pareja en el tratamiento para que pueda ayudar a continuar la terapia en casa, al ritmo que marque la propia paciente, para que vaya adquiriendo habilidades y técnicas de relajación y control sobre los músculos del suelo pélvico.