Redacción, 17-03-2015.- El presidente de la Sociedad Madrileña de hipertensión arterial (HTA), Alberto Galgo Nafría, ha destacado la necesidad de que en los protocolos preventivos cardiovasculares se fomente «más» el autocuidado del paciente con hipertensión y, al mismo tiempo, se estimule su autonomía y autocontrol.
El experto se ha pronunciado así durante una sesión patrocinada por Chiesi en el marco de la 20ª Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA).
Y es que, a su juicio, estos procesos son «excesivamente» médico-dependientes porque implican un excesivo número de visitas e inducen a realizar actividades que no demuestran coste-beneficio. Además, ha recordado que los resultados teóricos esperables de una «buena gestión» pasan por una «mayor» consecución de resultados en salud con optimización de los recursos disponibles por el clínico.
Estas declaraciones han sido corroboradas por la economista de la salud del Instituto Max Weber, Renata Villoro, quien, además, ha asegurado que para reducir la «alta carga» de la hipertensión arterial es necesario atender a las complicaciones de la enfermedad y al control de la misma por parte de los pacientes.
Y es que, tal y como ha recordado, la hipertensión arterial es un problema de salud de primer orden en los países desarrollados por su morbilidad y mortalidad. «Constituye uno de los principales motivos de consulta en el ámbito de atención primaria: una de cada cuatro visitas está relacionada con esta enfermedad, que además es responsable del 7 por ciento de los motivos de consulta médica en España», ha señalado.
De hecho, la carga de la enfermedad en España se estima entre 1.500 y 3.589 millones de euros, en función del estudio consultado, lo que supone entre un 5,6 por ciento y un 7,5 por ciento del gasto sanitario total y, como ha apostillado la experta, el coste de un paciente hipertenso es el doble que el que origina la población general.