Redacción 29-08-2016.-La espalda sufre mucho cuando se pasan tantas horas sentado en una posición inadecuada o al portando excesivo peso de manera incorrecto, un problema de muchos niños y adolescentes con la vuelta al colegio. Según los Dres. José Luis González López, Óscar Riquelme y Luis Esparragoza, que conforman el equipo de la Unidad de la Columna del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, el porcentaje de pacientes que acude a este servicio por problemas de espalda debido a malos hábitos posturales es muy elevado, y en particular, en el caso de los niños la cifra alcanza el 30%.
Los expertos recomiendan que el niño no debe cargar más de un 10% del peso corporal en la mochila, pero tampoco hay que ser alarmistas, como señala el traumatólogo José Luis González López: “es excepcional que un niño transporte más de 10-15 minutos la mochila, los colegios habitualmente están cerca y, mientras se desplaza en coche o ruta, suele dejar la mochila en el suelo”. Además el experto afirma que el uso de mochila de espalda bien colocada es preferible a las de ruedas.
Especial atención a las malas posturas
Respecto a la postura de la espalda en el pupitre, muchos escolares acostumbran a dejarse caer sobre el asiento, acostándose con la pelvis en la punta de la silla y los hombros apoyados en el respaldo. Esta postura genera cifosis, es decir, una incurvación de la espalda hacia atrás, que puede hacerse fija, degenerando en la Enfermedad de Scheuermann. También son nocivas las inclinaciones laterales (apoyar un brazo o la cabeza en la mesa), ya que pueden originar asimetría de hombros y escoliosis secundarias que, en algunos casos derivan en deformidades reales.
Las lesiones derivadas de malas posturas son más habituales en los adolescentes, pues a las horas que pasan sentados en clase se añade el tiempo que emplean en casa haciendo los deberes. Además no hay que olvidarnos del brote de crecimiento vertebral, el llamado “estirón” de la columna, que llevará al raquis a obtener la morfología definitiva.
Es importante inculcar desde edades tempranas buenos hábitos posturales y practicar deporte activo de manera habitual para prevenir el dolor muscular y mejorar las asimetrías posturales. Los Dres. señalan que el mejor ejercicio es el que permite un deporte armónico, es decir, en el que se emplee todo el cuerpo, sin asimetrías: fútbol, baloncesto, vóley, atletismo, natación, etc.