Redacción, 22-09-2020.- La edad es el principal factor de riesgo de la enfermedad de Alzheimer (EA). Desde la ONU (Organización de Naciones Unidas) se advierte que cerca de 700 millones de personas en el planeta tienen ahora más de 60 años, y se prevé que este colectivo llegue a los 2.000 millones en 2050. Esto supone una de cada cinco personas; más del 20% de la población.
Diagnóstico precoz
Tal y como recoge Vithas, realizar un diagnóstico precoz de la EA es esencial. Además de disminuir los costes socio-sanitarios, permite iniciar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos -como por ejemplo la estimulación cognitiva- que mejoran los síntomas de la enfermedad. “Y ofrece al paciente la posibilidad de participar en ensayos clínicos con fármacos potencialmente modificadores de la enfermedad, es decir, que podrían frenarla”, puntualiza la Dra. Helena Vico. “Actualmente disponemos de ensayos clínicos de investigación con fármacos anti-amiloide y anti-tau”, matiza.
Hoy es posible realizar un diagnóstico temprano antes de la aparición de la fase de demencia (dependencia) gracias a la ayuda de los biomarcadores patofisiológicos o marcadores diagnósticos de la EA. “Estos nos permiten detectar in vivo los cambios patológicos principales de la EA, es decir, detectar el acúmulo anómalo de las proteínas beta amiloide y tau, mediante punción lumbar (PL) o tomografía por emisión de positrones (PET)”, asegura el Dr. Pablo Sopena, responsable del Servicio de Medicina Nuclear de Vithas Valencia 9 de Octubre.