Redacción, 05-03-18. El diagnóstico por componentes a través de un análisis de sangre permite elegir la composición de vacunas más eficaces para los niños con alergia al polen, a diferencia de las pruebas cutáneas que, en ocasiones, dan lugar a falsos positivos. Así lo concluye un estudio reciente realizado por pediatras alergólogos españoles de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) publicado en la revista Pediatric Allergy Inmunology.
Los autores han comprobado que mediante una muestra sanguínea se pueden determinar los componentes exactos a los que el menor muestra respuesta alérgica, lo que redunda en la indicación de un tipo de vacuna que contenga un solo polen, o por el contrario otra que contenga una combinación de dos pólenes, o incluso que no esté indicada la vacunación.
La SEICAP recuerda que el único tratamiento curativo dirigido frente a la alergia al polen es la inmunoterapia específica con alérgenos, que son administrados por vía subcutánea o sublingual. “Sin embargo, en la mayoría de los casos la composición de esas vacunas se determina a partir de pruebas en el antebrazo (prick) que, a menudo, dan falsos positivos. Con el diagnóstico molecular conseguimos que la inmunoterapia sea específica e individualizada”, advierte el doctor Javier Torres, miembro del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de la SEICAP.
La rinitis alérgica es la enfermedad alérgica crónica más común en niños y su prevalencia oscila entre el 8,2 y el 38% en la población pediátrica española, según el estudio. De todos ellos, el 60% tienen rinitis alérgica estacional, causada por el polen de olivo y/o gramíneas. En el conjunto de España el polen más numeroso es el de las gramíneas, “pero si analizamos por zonas, en Andalucía destaca el de olivo, y en zonas semidesérticas del área mediterránea, la salsola”, indica la doctora Ana María Martínez Cañavate, autora principal del estudio y miembro del Grupo de Trabajo de Inmunoterapia de SEICAP.