Redacción, 19-02-2020.- Según los expertos el uso continuado de auriculares para reproducir música a volúmenes muy altos produce pérdida de audición irreversible. Más de dos millones de personas en España padecen hipoacusia -pérdida de audición- en mayor o menor grado, aproximadamente un 5% de la población.
Según relata el profesor Antonio Abrante, Codirector del Servicio de Otorrinolaringología de Quirónsalud Sagrado Corazón con el paso de los años el número de personas con discapacidad auditiva ha ido en aumento, esta creciente incidencia se explica por el envejecimiento de la población, por la mejora en el diagnóstico y por la pérdida de audición inducida por ruido.
Tal y como recoge Quirónsalud, existen muchos factores que pueden provocar pérdida de audición: la formación de tapones, la mucosidad que puede quedarse en el oído medio por un catarro, las otitis derivadas de procesos gripales, la meningitis, el sarampión, determinados fármacos, la presbiacusia o perdida asociada al envejecimiento y el ruido.
Es especialista apunta que «el tipo más frecuente es la pérdida de la audición asociada al envejecimiento. Empieza a producirse a partir de los 50 años, entrando en una fase más avanzada entre los 65-75 años y alcanzando al 60% de los mayores de 85 años. Es más frecuente en hombres. Se estima que después de los 60 años, la audición disminuye en promedio 1 dB por año.
El déficit auditivo originado por ruido adquiere cada vez más importancia aclara el doctor, ya que «afecta tanto a jóvenes como adultos menores de 50 años. Conciertos, discotecas, tráfico, trenes, aviones… han convertido a España en el segundo país más ruidoso del mundo, por detrás de Japón, según un ranking de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que 10 millones de españoles están expuestos a niveles de sonido más elevados de lo recomendado por la OMS (65 dB máximo). Si a ello sumamos el uso de reproductores de música con auriculares a volúmenes elevados hacen que los problemas de audición típicos de personas de 60 años se adelanten a los 40″.
Recientes estudios demuestran que 1 de cada 10 niños y adolescentes entre las edades de 6 a 18 años ya tienen algún nivel de pérdida de audición. Mientras que la persona promedio nace con aproximadamente 16.000 células ciliadas encargadas de la audición, se pueden dañar hasta un 50% de ellas antes de que la pérdida de audición sea detectada. «Hay, por desgracia», apunta Abrante, «una capacidad limitada para detectar las primeras etapas de la pérdida de la audición inducida por ruido. Esta pérdida de audición relacionada con el ruido es irreversible».
Por tanto, apostilla el doctor, «es imprescindible la protección sonora en la industria, en el deporte y en el ocio. Es fundamental que en los lugares de trabajo las empresas apliquen los planes de prevención de riesgos laborales relacionados con el ruido, y que los trabajadores se tomen en serio las medidas adoptadas de protección y las cumplan».