Redacción, 13-05-2020.- El nuevo coronavirus, responsable de la actual pandemia, en los casos más graves mata a la persona a la que infecta, paradójicamente, a través de una reacción exagerada de su sistema inmunitario, cuya función es precisamente combatir las infecciones.
Esta es la principal conclusión del trabajo publicado hoy en Frontiers of Public Health. De momento, la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 ha infectado a más de cuatro millones de personas en 212 países, de los que, al menos, 272.000 han fallecido.
Los científicos de la Universidad de Zunyi, en China, dirigidos por el profesor Daishun Liu revisan la epidemiología, vía de la enfermedad, síntomas, diagnóstico y tratamiento actual de COVID-19 grave. Destacan el papel clave de una reacción exagerada potencialmente letal del sistema inmune en la progresión de la enfermedad.
Tal y como recoge Biotech , esta tormenta es una sobreactivación de los glóbulos blancos, que liberan cantidades demasiado grandes de citocinas, moléculas estimulantes de la inflamación, en la sangre.
Insuficiencia respiratoria o cómo mata el coronavirus
Esto puede empeorar y apagar los pulmones (Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda, SDRA) debido a la formación de la membrana hialina. La mayoría de las muertes por COVID-19 se deben a insuficiencia respiratoria.
Al no existir aún una cura antiviral específica para COVID-19, el profesor Liu sugiere que el tratamiento debe consistir en combatir los síntomas, reducir la tasa de mortalidad mediante el mantenimiento intensivo de la función del órgano, por ejemplo, un sistema artificial de purificación de la sangre del hígado o una terapia de reemplazo renal.
‘Tormenta de citoquinas’
Las citocinas son pequeñas proteínas, cruciales para controlar el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario y las células sanguíneas. Cuando se liberan, envían una señal al sistema inmunitario para que cumpla con su función.
Como señala el profesor Liu, los datos demuestran que los pacientes con COVID-19 grave pueden tener un síndrome de tormenta de citoquinas.
Así, las citocinas aumentan rápidamente y atraen un exceso de células inmunes como los linfocitos y neutrófilos, “lo que resulta en una infiltración de estas células en el tejido pulmonar y, por lo tanto, causan lesiones pulmonares”, explica este investigador.
Los glóbulos blancos están mal dirigidos para atacar e inflamar incluso el tejido sano, lo que lleva a la insuficiencia de los pulmones, corazón, hígado, intestinos, riñones y genitales.
Se destaca la importancia de prevenir las infecciones secundarias, ya que el SARS-CoV-2 también invade los intestinos, donde causa inflamación y fugas en el revestimiento intestinal, permitiendo la entrada oportunista de otros microorganismos causantes de enfermedades.