Los médicos de familia han constatado el aumento de las enfermedades psicosomáticas fruto de la crisis, como son la dispepsia, acúfenos, fatiga y dolores crónicos, un problema «muy frecuente y un verdadero dolor de cabeza» para las consultas de atención primaria.
Según han destacado en un taller temático celebrado en el 35 Congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), hasta el 20% de la población de edad media sufre dolor crónico, y los acúfenos -sonidos no reales- están presentes en el 16% de la población.
A pesar de que se trata de patologías banales, sus consecuencias «pueden ser nefastas» si no se atienden a tiempo y con los recursos adecuados, han recordado los médicos de atención primaria, ya que estos problemas son muy prevalentes en los ambulatorios.
Estos síntomas pueden ser la manifestación física de una situación estresante para el paciente, pero también pueden revelar cómo vive o ha vivido una enfermedad física, del mismo modo que los síntomas de ansiedad o depresión pueden ser la primera manifestación de una enfermedad física o el efecto secundario de un fármaco.
Por ello, los expertos han destacado la importancia de llevar a cabo una evaluación integral, también desde el punto de vista psicosocial, para evitar así que este tipo de problemas se cronifique, un aspecto en el que el diálogo entre médico y paciente también juega un papel importante.