Redacción, 08-04-2019. El ajo aporta muchos nutrientes y propiedades para el organismo. Es bueno para incorporar en nuestra dieta porque protege el corazón y baja el colesterol malo, entre otros beneficios.
Tal y como recoge OK Diario, se dice que lo mejor es comerlo crudo porque cocido llega a perder más del 90% de su efectividad.
Estos son sus principales beneficios:
Piel lisa y más bella: Su poder antioxidante convierte a este alimento en eficaz para reducir muchos problemas cutáneos y ayuda a regenerar los tejidos de la epidermis. El resultado es una piel sana, lisa, más joven y bella.
Controla el colesterol: Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford, en California, EE.UU., indicó que la alicina que contiene el ajo reduce los niveles de colesterol total y triglicéridos altos.
Reduce la presión sanguínea: Cuando comemos ajo podemos mejorar la presión sanguínea, especialmente si padecemos hipertensión. Si bien conviene visitar al médico y seguir el tratamiento que marque.
Mejora la circulación: Una de las razones para incluir el ajo en la dieta es que su consumo, al contener vitamina B, reduce los niveles de homocisteína, una sustancia que puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos y del selenio.
Favorece la digestión: Pensamos que no va bien para el estómago porque el ajo se repite, pero este alimento favorece la digestión, pues según un estudio de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, comer de 1/3 a 1/2 diente de ajo a la semana cuida los intestinos y esto favorece la digestión.
Efecto descongestionante: Junto a la cebolla, el ajo es un buen remedio para mitigar los efectos de los constipados. Tiene un efecto descongestionante importante y propiedades antisépticas, con lo que contribuye a la desinfección, dilata los bronquios y estimula el sistema inmunitario.