Redacción, 10-08-2018. La cereza es el único fruto de hueso que si se recolecta antes de tiempo no madura fuera del árbol. En concreto, las cerezas maduran desde finales de primavera hasta principios de verano, siendo un periodo muy corto de recolección, según ‘Infosalus’.
La Fundación Española de Nutrición (FEN), indica que la cereza es el fruto del cerezo, un árbol de la familia de las rosáceas que alcanza hasta 20 metros de altura.
Existen muchas variedades de cerezas y las principales son: ‘Cerezas dulces’ (Prunus avium); ‘cerezas ácidas o guindas’ (Prunus cerasus); y la ‘Duke’, un híbrido de las dulces y ácidas, que combina las mejores propiedades de ambas.
La cereza es rica en hidratos de carbono, principalmente en azúcares simples tales como la fructosa, la glucosa y la sacarosa. Su valor calórico es moderado respecto al de otras frutas. Aporta cantidades considerables de fibra, que mejora el tránsito intestinal, indica la FEN.
Según remarca la iniciativa ‘5 al día’, esta fruta aporta también pequeñas proporciones de diversas vitaminas, pudiéndose considerar solamente como fuente de ácido fólico, y representar un producto interesante para las embarazadas.
En su composición la FEN destaca también la presencia de compuestos bioactivos como las ‘antocianinas’ (localizadas en la porción carnosa de la fruta), que le confieren ese color rojizo o púrpura a la fruta, y que tienen capacidad antioxidante e inhibitoria, por lo que se consideran compuestos protectores de los vasos sanguíneos.
Las cerezas también aportan monoterpenos, concretamente, alcohol perílico, compuesto con actividad antitumoral. «Numerosos estudios han indicado que dicho compuesto es capaz de prevenir el desarrollo de algunos tipos de cáncer como el de páncreas, mama, próstata, pulmones, hígado y piel«, señala la FEN.