Redacción, 11-04-2015.- El beso es uno de los gestos -de cariño, amistad, deseo o amor- más utilizados entre las personas en todo el mundo, pero además, como recuerda la psicóloga de Hospital Quirón Valencia, la doctora Marina Sangonzalo, ayuda a mitigar el dolor y refuerza el sistema inmunitario. «En la cadena filogenética encontramos desde chimpancés y elefantes que se besan, hasta pájaros que rozan sus picos», ha manifestado la especialista, quien ha añadido que «besar es un poderoso mecanismo de adaptación, pero además de ayudarnos a sobrevivir como especie, el roce de los labios con la piel o con los de otra persona provoca una reacción en cadena».
LOS BESOS Y EL DOLOR
Asimismo, con motivo de la celebración del Día Internacional del Beso que se conmemora el lunes, 13 de abril, ha indicado que «cuando besamos podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos breves instantes».
«Mitiga el dolor y refuerza nuestro sistema inmunitario, libera endorfinas y hormonas como la dopamina y la oxitocina, ligadas al cariño y la ternura«, ha destacado la psicóloga, que ha añadido que «nos vincula con nuestros iguales, nos une a nuestra familia y nos hace sentir íntimamente próximos a nuestra pareja».
Del mismo modo, ha comentado que «los besos apasionados de la etapa del enamoramiento, cuando aparecen los conflictos, ceden el paso a otro tipo de beso más familiar en la mejilla o a un tipo de beso cordial más propio de un ritual social que de personas que se aman».