Redacción, 15-11-2014.- Cada año 4.500 niños y adolescentes son diagnosticados de diabetes tipo 1 en España, una enfermedad con riesgo de complicaciones que se pueden evitar con un adecuado control y gracias a nuevos tratamientos como las bombas de insulina, que permiten alargar un año la vida de los pacientes. La Diabetes en España afecta al 13,8 por ciento de la población mayor de 18 años, es decir a unos cinco millones de personas.
Entre los niños, la más frecuente es la diabetes tipo 1, cuyo origen está en factores genéticos, aunque también existen desencadenantes como la obesidad o la falta de ejercicio físico. «Son niños que van a vivir muchos años y el riesgo de complicaciones es muy alto, pero un buen control de la enfermedad retrasará la aparición de estas complicaciones», ha explicado en rueda de prensa Raquel Barrios, de la Unidad de Endocrinología y Diabetes Pediátrica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
En este sentido, uno de los avances tecnológicos que permiten mejorar la calidad de vida de los enfermos, especialmente de los niños, y que incluso aumenta sus años de vida, son las bombas de insulina, que permiten un mejor control metabólico. Sin embargo, a pesar de los beneficios de este tratamiento, menos de un 5 por ciento de los pacientes lo utilizan debido a los costes iniciales y las necesidades estructurales de su implantación. Otro de los avances son los sistemas de medición continúa de glucosa intersticial, que permiten conocer cuál es el impacto de la comida, el ejercicio o el estrés en el paciente y conocer cómo funciona su insulina a lo largo del día, reduciendo así los riesgos de hipoglucemia o hiperglucemia, sobretodo en los niños.