Además, un reciente estudio sitúa ya al Alzheimer y a otras demencias como la segunda causa específica de muerte en España, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la demencia es el grupo de enfermedades que más han aumentado en mortalidad en los últimos años, tras haberse duplicado en los últimos 15.
“Estamos ante una enfermedad que supone un gran reto sociosanitario y que, de no tomar medidas, supondrá un problema aún mayor en los próximos años. Puesto que aún no existe cura para esta enfermedad, mejorar los tiempos de diagnóstico y tomar medidas para lograr que la población envejezca de forma saludable, son las mejores medidas de las que disponemos para poner freno al Alzheimer”, señala la Dra. Sagrario Manzano, Coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología.
Cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer. Sin embargo, debido a que los síntomas iniciales de esta enfermedad son a veces difíciles de distinguir de los olvidos cotidianos es una enfermedad infradianosticada. La SEN estima que entre el 30 y el 40% de los casos de Alzheimer estaría sin diagnosticar, unas cifras que se elevarían al 80% en los casos de Alzheimer que aún son leves. “Aunque la enfermedad no tenga cura existen tratamientos que consiguen detener o ralentizar la progresión de la enfermedad. Por lo tanto, un tratamiento precoz permitiría estabilizar al paciente en las fases más leves de la enfermedad y retrasar la evolución unos años, lo cual es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, explica la Dra. Sagrario Manzano.