Redacción, 27-01-2014.- Cuando se habla de alergia al polen, la primera estación del año que viene a nuestra cabeza es la primavera, y es que es durante esos meses del año cuando mayor polinización de plantas se produce, especialmente de olivos y gramíneas dentro de la península. Pero durante la época invernal el polen también hace sus estragos.
Desde mediados-finales del mes de enero hasta finales del mes de marzo se produce la polinización de cupresáceas, especialmente arizónicas. Según los expertos, la alergia a estos tipos de polen ha aumentado en los últimos años, acentuándose sus efectos en los que ya la padecían y apareciendo nuevos casos en personas que nunca la habían padecido. Así, el numero de alérgicos de invierno ha llegado a igualar e incluso superar al número de afectados por la alergia durante la primavera.
Según el Jefe de la sección de Alergología del Hospital Universitario de Ciudad Real, la alergia a arizónicas y cupresáceas afectaba, hace unos años, tan sólo a un 5 por ciento de la población, cuando actualmente afecta a entre un 20 y 40 por ciento de la población, en función de la localidad, llegando esta cifra al 50 por ciento en ciudades como Barcelona y Madrid, dado que la contaminación, especialmente por diesel, multiplica los efectos alérgicos del polen.
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SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Estornudos, tos, picor nasal, lagrimeo e hinchazón de los párpados son algunos de los molestos síntomas de la alergia al polen, síntomas que una persona que nunca ha padecido este tipo de alergia fácilmente podría confundir con un resfriado común, máxime cuando en esta época del año son tan habituales. Este hecho hace que parte de los afectados no hayan sido diagnosticados aún. Por ello, es importante acudir al especialista, para que sea él quien diagnostique si estamos pasando por un proceso catarral o si padecemos alergia al polen de cupresáceas.
Además, conviene saber que existen tratamientos naturales que ayudan a aliviar y mitigar algunos de estos síntomas, como por ejemplo el agua de mar. Los sprays de agua de mar microfiltrada en frío ayudan a las personas alérgicas a mantener en equilibrio las mucosas nasales y favorecen la limpieza nasal debido a su efecto mucolítico y expectorante, además, mejoran la aclaración mucociliar. Según el doctor Marco Francisco Payá, Director Médico de Laboratorios Quinton, “Gracias a la riqueza ionomineral del agua de mar se consigue una acción reparadora de la mucosa, antiinflamatoria y antiséptica, así como una activación de la inmunidad local”. Estudios en universidades públicas y privadas, nacionales e internacionales ratifican las palabras de Payá, pues han constatado las propiedades y ventajas que el agua de mar tiene para el organismo. Eso sí, para ser utilizada el agua de mar debe pasar por un adecuado proceso de recogida y envasado que garantice que contiene los
minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células y la ausencia de productos químicos y bacteriológicos.
Así, el agua de mar microfiltrada en frío, tanto aplicada en spray en las fosas nasales como ingerida de forma oral, constituye una ayuda en procesos alérgicos ya que renueva las funciones orgánicas, resultando lo que los expertos denominan el “Florecer celular”. Por lo tanto, los sprays de agua de mar y las ampollas de agua de mar resultan eficaces para combatir la alergia.
Los Laboratorios Quinton, herederos directos del biólogo y fisiólogo francés, recomiendan los srays Quinton Higiene Nasal Diaria y Quinton Higiene Nasal Acción Plus, ambos elaborados a base de agua de mar en medio estéril según el protocolo original de René Quinton. Así como las ampollas bebibles de agua de mar Quinton Isotonic y Quinton Hipertonyc para mitigar los molestos efectos de la alergia y ayudar a hacerles frente.