Redacción, 28-01-2015.- La enfermedad celíaca es la intolerancia permanente al gluten, la proteína presente en trigo, cebada y centeno que presentan tanto a niños como a adultos a través de síntomas muy variables como diarrea crónica, astenia, distensión abdominal o irritabilidad entre otros muchos, y entre las consecuencias de un mal control o la falta de un diagnóstico se encuentra la anemia, osteopenia, osteoporosis o fracturas.
En el caso del niño, pueden tener además otros efectos como el cambio de color en el esmalte dental, retraso en la pubertad o crecimiento lento y estatura por debajo de lo normal para su edad. Por eso es preciso realizar un seguimiento clínico con objeto de vigilar la evolución de los síntomas, controlar su crecimiento y vigilar el cumplimiento de la dieta.