Redacción, 11-03-2020.- Charo Ortín es doctora en Neurocontrol motor, CEO y cofundadora del Método Foren, una solución integral contra el inmovilismo a través de la Realidad Virtual para lograr la máxima recuperación de quienes dejan de andar y de moverse.
Según recoge el periódico La Razón, a Ortín le obsesiona el desaprendizaje desde que comprobó, a los 19 años en un voluntariado en un piso de acogida para mujeres presas que gozaban del tercer grado, que «tras cuatro años en prisión habían perdido muchas de sus facultades: tenían problemas de audición, de gusto y muy pocas habilidades sociales. Les costaba entender la empatía y terminar las secuencias. Abrían el grifo, pero no lo cerraban, encendían la luz, pero no la apagaban… Y todo era porque en la cárcel se te da hecho, así que sus cerebros lo habían olvidado».
Comprobar que el cerebro desaprende la hizo cambiar de carrera, «necesitaba entender por qué desaprendía, por eso me especialicé en patología neurológica y después hice un doctorado en neurocontrol motor, donde pude aprender que el movimiento de patologías graves conlleva un reaprendizaje motor» asegura Ortín.
Hay muchas lesiones que pueden hacer que nuestro cerebro desaprenda, la doctora afirma que «las lesiones neurológicas o traumatológicas que conllevan un periodo largo de inmovilismo, como puede ser una lesión medular o un ictus. Y también una fractura compleja como lo es la de cadera en un anciano. Ese desaprendizaje puede hacer que se produzca una atrofia y esa atrofia puede llevar a infecciones, demencia, incontinencia, depresión… Y precipita hacia un deterioro muy grave que incluso hace que se reduzca la esperanza de vida. ¡Y es algo que con un mes de rehabilitación intensiva se puede remediar!».
El Método Foren, que creó hace diez años, consigue que el cerebro reaprenda, y consiste en recuperar el movimiento, «Volver a caminar, a manejar un miembro superior y la mano… Volver a conseguir la máxima autonomía. Y, para lograrlo, utilizamos por un lado los pilares de la intensidad, la repetición y la motivación del deporte, que implantamos en la neurología, y, por otro, la neurociencia , para comprender cómo se comporta el cerebro a través de la neuroimágenes que nos ayudan a entender cómo habla el cerebro con los músculos, o cómo se aprende el movimiento y se desaprende a caminar con el inmovilismo, igual que las presas desaprendían a cerrar el grifo o a apagar la luz» concluye la doctora en Neurocontrol.