Redacción, 24-02-2019.- La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica recoge que la tasa de incidencia de gripe alcanzó durante la última semana de enero su pico más alto hasta la fecha. Aunque las últimas cifras muestran un descenso significativo, la gran mayoría de comunidades autónomas se encuentran aún en nivel epidémico, con un índice de contagios de 206,2 casos por cada 100.000 habitantes.
Tal y como recoge Cigna, qunque la forma más eficaz de prevenir la enfermedad es la vacunación anual (en otoño), es adecuado reforzar la protección siguiendo ciertas pautas preventivas que indican los expertos de Cigna:
- Respetar los protocolos. Es posible infectar a otra persona desde un día antes del inicio de los síntomas.
- Evitar la automedicación de antibióticos. La mejor opción es acudir a un médico que prescriba una medicación específica.
- Procurar quedarse en casa hasta pasar 24 horas sin fiebre. Utilizar una máscara quirúrgica podría evitar contagiar a los demás.
- Taparse la boca y la nariz al toser o estornudar con un pañuelo de usar y tirar. Se aconseja cubrirse boca y nariz con un pañuelo desechable, pero nunca con la mano.
- Apostar por herramientas de video-consulta. Son muy útiles para controlar los síntomas sin desplazarse y reducir, así, las posibilidades de aumentar la cadena de contagio.
- Beber muchos líquidos. La fiebre facilita la deshidratación. A parte de la ingesta de agua, también es muy saludable el consumo de caldos.
- Lavarse las manos con frecuencia. Es la principal medida de higiene, sobre todo teniendo en cuenta el contacto continuo que tenemos con superficies potencialmente infectadas, como pueden ser las barras del metro o del autobús.
- Limpieza del hogar. Lo más aconsejable si se cuenta con un familiar enfermo es limpiar con asiduidad todas las superficies usando lejía, el mejor producto para desinfectar, y no utilizar los mismos trapos y bayetas para limpiar la habitación o el baño de la persona con gripe y del resto de la casa.
- Huir de los ambientes fríos y secos. Es preciso evitar la exposición prolongada al frío, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas excesivamente frías. Por otro lado, los ambientes demasiado secos y las calefacciones resecan el ambiente y con ello, la nariz y garganta, haciendo que sean más susceptibles a las infecciones.
- Cuidar las defensas con hábitos saludables. Además de vacunarse, no hay mejor remedio para tener las defensas a punto que cuidar la salud. ¿Cómo? Cuidando la alimentación, descansando lo suficiente, practicando ejercicio de forma asidua y evitando el tabaco.