Redacción, 25-12-2018. La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las lesiones más frecuentes en la rodilla, siendo este ligamento uno de los principales elementos estabilizadores de dicha articulación.
Tal y como recoge Vithas, la rodilla precisa de una gran estabilidad, dado que es la articulación central del miembro inferior. Además, la rodilla debe permitir un importante arco de movilidad necesario para caminar, correr y ponerse de cuclillas.
“La rotura del ligamento cruzado anterior suele producirse durante la práctica de deportes que implican saltos y giros bruscos con cambios de dirección de forma repentina; como en el fútbol, baloncesto, balonmano, vóleibol, gimnasia y cómo no, en el esquí alpino”, afirma el Dr. David Perea, traumatólogo del Hospital Vithas Medimar Internacional.
Para prevenir estas lesiones, el especialista propone cinco pautas básicas:
-Entrenamiento y preparación física adecuada: El entrenamiento para fortalecer los músculos, como las técnicas de salto y de caída sobre los pies, pueden reducir el riesgo de lesión del ligamento cruzado anterior.
-Evitar el cansancio: La mayoría de las lesiones se producen en fases de cansancio, cuando nuestra atención está disminuida. Debemos hacer descansos y paradas según nuestro grado de fatiga, con especial atención al final de la jornada.
-Indumentaria y material deportivo correctos.
-Hidratación e ingesta suficiente: Es importante el aporte de líquidos si el esfuerzo es importante para retrasar la aparición de la fatiga y asegurar una correcta alimentación.
-El uso de rodilleras de inmovilización no previene: El uso de un dispositivo de inmovilización de rodilla no previene de las lesiones del ligamento cruzado anterior ni reduce el riesgo de una nueva rotura después de una cirugía de ligamento.